Cambios urbanísticos para transformar la capital en poco tiempo
Acaba de conocerse que uno de los proyectos que se baraja desde el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de la capital es la peatonalización del entorno del coso taurino de La Alameda, una zona a menudo congestionada por el tráfico y muy transitada por los viandantes que acuden a este popular parque de la ciudad. Desde el punto de vista del peatón la iniciativa es digna de aplaudir, como es lógico, porque todo lo que sea recuperar espacios para que va a pie irá siempre en beneficio de la calidad de vida de los jiennenses.
Después, será preciso concretar cómo va a determinarse el ordenamiento de la circulación y las alternativas que van a buscarse a ese itinerario, sobre todo, con la dificultad que hoy por hoy entraña conducir algún vehículo por las calles de la capital. La iniciativa va de la mano de la espectacular remodelación que se va a acometer en el parque de La Alameda, con el traslado del Hípico, una histórica reivindicación de los ciudadanos y vecinos del barrio que ya parece que se va a hacer realidad. El reto que se plantea es convertir este enclave en un atractivo turístico, un lugar que merezca la pena visitar. Habrá que esperar, en todo caso, a la presentación “en sociedad” del plan de movilidad sostenible en el que trabaja el Ayuntamiento desde hace tiempo y que marcará la hoja de ruta para ganar en espacios libres de vehículos.
De cualquier forma, lo importante de esta decisión es su trascendencia y repercusión a más largo plazo. Está claro que representa sólo el primer paso de un proyecto global mucho más ambicioso, como es eliminar el tránsito rodado de forma paulatina por los aledaños del emblemático monumento de Andrés de Vandelvira, la Catedral, un espacio que hay que poner en valor si se pretende que prospere la candidatura de Patrimonio de la Humanidad por la que ahora se lucha desde esta tierra.