12 may 2014 / 22:00 H.
Si nos paramos a pensar, en los últimos años, la climatología nos mal acostumbró. Lo cierto es que, por nuestra tierra, siempre hemos dicho que sólo tenemos dos estaciones del año, verano e invierno, porque pasábamos de la una a la otra, sin apreciar los matices propios de la primavera y del otoño. Del frío al calor y viceversa, sin experimentar el cambio progresivo y todas las connotaciones que conllevan los meses floridos del enamoramiento, de pájaros cantarines y de templadas temperaturas, o la estación de la melancolía, de color amarillento, hojas caídas, y viento arremolinado. Pero lo que digo, en los últimos años, la naturaleza quiso que en Jaén, experimentáramos el significado propio de las cuatro estaciones del año, y tuvimos que ampliar nuestro ropero, ya que hasta entonces carecíamos, prácticamente, de ropa de entretiempo, y pudimos disfrutar de jornadas dominicales en el campo, y nos enganchamos al ejercicio físico al aire libre. Sin embargo, este año las previsiones han fallado, y hemos pasado, directamente, de ataviarnos con bufandas y chaquetones, a las sandalias y bermudas. No me quejo, aunque pueda parecer lo contrario. Que conste que con este tiempo, pienso que Jaén está preciosa, por culpa de un cielo azul intenso. Pero, seamos realistas, estas temperaturas llegan a ser un calvario para acicalarse y lucir palmito en tantos y variados eventos sociales que, a los que más y a los que menos, a todos se nos presentan en la primavera. Comuniones, becas, bodas, verbenas, romerías... Días en los que será habitual la chaqueta y la corbata, o el encorsetamiento y el maquillaje. Y días en los que nuestros estudiantes se juegan el curso, y en los que tendrán que hacer juegos malabares para no sucumbir al cansancio y a los estragos del calor agobiante. Y luego pretenden acomplejarnos con estadísticas sobre rendimientos escolares en el territorio nacional, como si las circunstancias fueran iguales para todos. Aquí en la ciudad de Jaén, quisiera ver yo a un oriundo de Asturias prepararse oposiciones a judicatura.