Caballos abandonados a su suerte
Durante un tiempo, fueron una moda cara, un lujo en época de bonanza. Sin embargo, con la crisis cientos de caballos han sido abandonados porque sus dueños no quieren o no pueden mantenerlos. Algunos animales acaban en el campo, desfallecidos. Y otros llegan hasta las carreteras, donde se convierten en un potencial peligro para los conductores.
Durante un tiempo, fueron una moda cara, un lujo en época de bonanza. Sin embargo, con la crisis cientos de caballos han sido abandonados porque sus dueños no quieren o no pueden mantenerlos. Algunos animales acaban en el campo, desfallecidos. Y otros llegan hasta las carreteras, donde se convierten en un potencial peligro para los conductores.

La imagen de un caballo amarrado en mitad de un descampado es mucho más habitual de lo que parece. La Patrulla Verde de la Policía Local interviene casi a diario para paliar situaciones de este tipo. Ayer mismo, dos agentes tuvieron que acudir para “rescatar” a un caballo que, según los vecinos, se estaba muriendo de hambre y de sed en un cercado ubicado junto a la Variante Sur, cerca del aparcamiento de La Alcantarilla. Al parecer, los residentes habían constatado que el animal llevaba varios días atado a un mástil, sin que, aparentemente, nadie le diera de comer ni de beber. Incluso, los propios residentes aseguraron que ellos mismos le proporcionaron alimento y agua. Por eso, denunciaron los hechos.
El aviso lo dieron varias personas en la Comisaría de la Policía Nacional, cuyos responsables advirtieron a la Policía Local, que tiene las competencias en esta materia. Dos agentes se personaron en el lugar. Comprobaron que el equino se encontraba atado —algo habitual para evitar que cause problemas de seguridad vial— y que tenía comida cerca. Localizaron al propietario y le advirtieron de que se habían recibido quejas vecinales. No obstante, los agentes no observaron indicios de que el dueño hubiera cometido alguna falta de carácter administrativo y, ni mucho menos, un delito de maltrato animal. Tan solo le recordaron su obligación de mantener al caballo en las condiciones higiénico sanitarias correspondientes y en proporcionarle alimento y agua.
La Patrulla Verde tiene conocimiento de que hay más de una veintena de caballos en la misma situación en descampados ubicados en los alrededores de la capital: “Los hay por todos sitios”, explican los agentes de esta unidad especializada, que se patean a diario los carriles y los montes que rodean el casco urbano. Los han visto en la Carretera de Circunvalación, en las cercanías del Castillo de Santa Catalina, en el Tiro Nacional, en el camino de Fuerte del Rey, en las zonas de los puentes... “En el momento en que notamos que cualquier animal presenta signos de desnutrición, abrimos diligencias, los retiramos y comprobamos si lleva microchip para tratar de identificar al propietario. Si no hay manera de localizar al dueño, hay que buscarle una solución”, explican los funcionarios de la Patrulla Verde.
Otro especialista que conoce bien lo que ocurre es Alfonso de la Chica, gerente del Centro Ecuestre de Grañena, en las afueras de la capital. Hace unos meses, sufrió en sus carnes el abandono de caballos por parte de familias que no podían hacer frente a su manutención: “Ocurría que te dejaban el animal en nuestras instalaciones y nunca más volvían a recogerlo. Esto nos ha pasado en muchas ocasiones en los últimos meses”, explica.
Alfonso de la Chica aclara que siempre han tratado de buscar una solución a esos caballos: “Los hemos cuidado, los hemos recuperado y hemos buscado a gente para adoptarlos”, aclara. El centro contaba con la colaboración de varias asociaciones protectoras.
La mala situación económica es una de las razones por las que la gente abandona estos animales. Alimentarlos, por ejemplo, no cuesta menos de 150 euros al mes. A eso hay que añadir los gastos de veterinaria, que también suelen ser importantes. Muchos equinos han acabado en el matadero. Los sacrificios casi se han triplicado con respecto al año 2009. “Eso debe ser lo último”, concluye Alfonso de la Chica.