Butroneros desvalijan dos estancos en menos de un mes

Como todos los días, Francisco Berrios Contreras salió ayer por la mañana de casa para abrir su estanco de la Plaza de San Roque. Cuando accedió al local, se encontró un panorama desolador, con cajones abiertos, estanterías vacías y mercancía por el suelo. Los enemigos de los ajeno le habían hecho una visita nocturna. Entraron al local desde el cuadro de contadores del edificio colindante, donde realizaron un butrón de unos 50 centímetros de diámetro. Por ahí, se introdujeron en el estanco, sacaron todas de cajetillas de tabaco y se vinieron por donde habían venido. Trabajaron con tranquilidad, porque la alarma del local no accedió. Al parecer, utilizaron algún tipo de inhibidor para inutilizar el sistema de aviso. Por eso, dispusieron de mucho tiempo, incluso horas, para poder transportar la mercancía. A última hora de ayer, Francisco Berrios todavía estaba contabilizando las pérdidas: “Es mucho lo que se han llevado, prácticamente todo lo que tenía en el estanco. Yo calculo que unos 30.000 euros, aunque todavía no he terminado el recuento”, afirmó ayer por la tarde, antes de dar cuenta al seguro de lo ocurrido.
La cantidad es similar a la que consiguieron los ladrones en un robo prácticamente idéntico perpetrado en la madrugada del 17 de diciembre. También fue en un estanco, ubicado en la calle Canarias, en el Bulevar. Su propietario, Francisco Moral, explica que los asaltantes realizaron un butrón en las dependencias del edificio colindante que albergan los contadores de la luz y del agua. “Sabían lo que hacían. Se ve que estudiaron el lugar e hicieron un trabajo fino”, asegura el propietario. Y es que, aquella madrugada, tampoco sonó la alarma, al parecer, como consecuencia del uso de un inhibidor. La cámara de seguridad que el estanco tiene en el exterior no captó la imagen de los butroneros, ni tampoco se “disparó” el sensor de movimiento del interior del local. “Me dijo la Policía que son profesionales de esto”, aclara Francisco Moral.
La Comisaría ha abierto una investigación para intentar capturar a esta banda de butroneros. Agentes de la Científica recogieron muestras y huellas en el estanco asaltado en la madrugada de ayer.
Las bandas especializadas han puesto sus ojos en el tabaco, una mercancía fácil de transportar y, sobre todo, con muchas posibilidades de ser colocada en el mercado negro. Es decir, se puede convertir en dinero muy rápidamente. Además, hay que tener en cuenta que un estanco no está tan bien protegido como un banco. Así que los ladrones los consideran como un blanco relativamente fácil.