Buscan al dueño de una pitón real encontrada en la basura
La Policía Nacional busca al dueño de una pitón real que fue hallada en unos contenedores de la barriada de La Paz. Un vecino de la zona encontró la serpiente, de aproximadamente un metro y veinte centímetros de longitud. El hombre realizó el sorprendente hallazgo cuando se disponía a arrojar su bolsa de basura en uno de los cubos ubicados junto a la piscina cubierta. Al levantar la tapa, se llevó “un susto monumental”. El animal se encontraba en el interior del contenedor.

Inmediatamente, llamó a la Policía Nacional. Una patrulla se personó en la zona y logró capturar a la serpiente, una especie de gran tamaño, pero que suele tener un comportamiento muy dócil y tranquilo. Los agentes se ayudaron de un palo y una caja de cartón para poder sacar la pitón real, también llamada “pitón bola”, porque suele enroscarse cuando se siente amenazada. Eso fue lo que hizo.
Inmediatamente, la Comisaría se puso en contacto con funcionarios de la Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de Jaén, que se hicieron cargo del animal. Fue trasladado a un terrario existente en Alcalá la Real, especializado en el cuidado de reptiles y anfibios, donde continúa.
La hipótesis que barajan los investigadores es que el propietario de la serpiente decidiera deshacerse de ella por no estar preparado para cuidarla. Y no se le ocurrió mejor “solución” que arrojarla a los contenedores de basura. Las fuentes consultadas explican que la pitón real se encontraba en buen estado. Son muchas las personas que, en los últimos años, se han apuntado a la moda de tener un animal exótico como mascota, como tarántulas, pirañas o serpientes. En este sentido, la pitón es una de las especies más apreciadas para uso doméstico, por su vistosidad y su carácter tranquilo. Sin embargo, no todo el mundo está preparado para mantenerlo y tampoco, en muchas ocasiones, las condiciones son las adecuadas.
A pesar de ser un depredador, la pitón real o “Python Regius” no es una especie peligrosa para los humanos. De origen africano, se alimenta de pequeños mamíferos como ratones y conejos. Como tal, no supone una amenaza para las personas. Sin embargo, si no se tiene el adecuado cuidado, estos animales no autóctonos pueden acarrear problemas a la biodiversidad del entorno. Aunque no llevan microchip, sus propietarios deben pedir una licencia de animales potencialmente peligrosos, tal y como confirman las fuentes consultadas por Diario JAÉN.