Buenos resultados en la conservación del lince ibérico

El singular esfuerzo que se ha realizado para conservar el lince comienza a ver sus frutos. Aunque aún es muy pronto para hablar de que ha dejado de ser una especie en peligro de extinción, sí es cierto que los últimos avances dejan de manifiesto que se va por el buen camino. Está previsto que en otoño de este año se libere a varios ejemplares para que puedan vivir en libertad en Sierra Morena, un ambicioso proyecto que supone el culmen a años de trabajo y dedicación de expertos científicos. Y uno de los principales responsables del éxito del Programa Life es el centro jiennense de La Olivilla, situado en pleno Parque Natural de Despeñaperros, un lugar privilegiado en el que estos felinos se desenvuelven como si vivieran libres, pero con un control estricto las 24 horas del día y los 365 días del año. Desde 2007 y hasta 2011 se van a destinar 26 millones de euros en este programa, el mayor esfuerzo inversor de la Unión Europea para recuperar especies amenazadas. Precisamente, el pasado miércoles Bruselas distinguía a los “mejores de los mejores” en este tipo de iniciativas y uno de los 5 premiados fue el programa de conservación del lince ibérico. La propia consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, comentaba que supone el reconocimiento “al trabajo bien hecho”.  Se trata, en efecto, de un importante respaldo a una labor seria y constante que comenzó en el año 2002 y que se desarrolla no sólo conforme a lo fijado, sino que ya se ha adelantado un año a lo previsto en un principio gracias, precisamente, a los buenos resultados de la cría en cautividad. La conservación va por el camino de por reintroducir estos felinos en zonas que, en un pasado, fueron su hábitat natural y ese es el reto a corto plazo. La bella serranía jiennense puede presumir de ser, en cierta forma, como una madre para una especie que, de otra forma, probablemente ya habría desaparecido de la faz de la tierra.

    28 jun 2009 / 08:53 H.