Buenos profesionales
Desde Burgos Domingo Martínez
Cuando hace unos años desde las administraciones públicas y algunos integrantes del sector se transmitía la idea de que con hacer “bien los papeles” era suficiente para vivir de la agricultura, tiempos en que algunos en su inconsciencia llegaron a hacer pensar a ciudadanos urbanos que para vivir del campo no hacía falta cosechar, bastaba con sembrar y hacer bien los papeles. Sin duda, se estaba poniendo en peligro la profesión más noble que jamás ha existido, como es la de producir alimentos para algo tan sencillo como que toda la gente pueda vivir.
Cuando hace unos años desde las administraciones públicas y algunos integrantes del sector se transmitía la idea de que con hacer “bien los papeles” era suficiente para vivir de la agricultura, tiempos en que algunos en su inconsciencia llegaron a hacer pensar a ciudadanos urbanos que para vivir del campo no hacía falta cosechar, bastaba con sembrar y hacer bien los papeles. Sin duda, se estaba poniendo en peligro la profesión más noble que jamás ha existido, como es la de producir alimentos para algo tan sencillo como que toda la gente pueda vivir.
Está claro que no habían leído a Colunela quien hace ya bastante (2.000 años) dijo aquello de: “Sine agricultura nihil”, sin agricultura nada. Y en esas estamos, ahora la población mundial crece y crece, para 2050 seremos más de 9.000 millones de habitantes en el planeta Tierra y para satisfacer las necesidades crecientes de la población tenemos que producir más alimentos. Y por cierto, que lo estamos consiguiendo a pesar de no estar bien repartido, se come más y más barato. Hacer las cosas bien, ser agricultores y ganaderos profesionales, innovar, utilizar la mejor tecnología, conocer las necesidades de cultivos y ganado, fertilizar y/o alimentar al ganado de una manera racional son las claves para el futuro. Estamos aumentando la superficie sembrada, utilizamos las mejores semillas, abonamos adecuadamente los cultivos (a todo esos se le llama sostenibilidad), y este año parece que hasta la lluvia quiere contribuir a recuperar las reservas de los pantanos y que los cultivos se desarrollen en todo su potencial. Todo eso se hace con buenos profesionales, no sirven los de “solo papeles”.