Buenafuente elige el mejor aceite con el catador que ganó en Jaén
El aceite de oliva “La Maja”, que pertenece a la denominación de origen de Navarra, se convirtió en el ganador del concurso “Espiral Oleica” que convocó el humorista Andreu Buenafuente después de una broma a raíz de una botella de zumo de aceituna vacía que le llegó de la Diputación de Huelva.
Buenafuente pidió a las empresas españolas que enviaran su aceite para, luego, elegir cuál era, a juicio del programa, el mejor del país. Sin embargo, en pocas semanas, se encontró con más de doscientas marcas distintas de las que tenía que salir el vencedor. Para seleccionar el zumo, miró a Jaén. De hecho, el programa contactó con la empresa Oleocata Xauen para que acudiera a seleccionar el mejor caldo.
Su gerente, Isabel Simón Ocaña, explica: “Nos llamaron de la productora para que fuéramos a elegir el aceite. Sin embargo, nos pareció que, en vez de que asistieran técnicos de la empresa, lo mejor era llamar al ganador del concurso de cata de Jaén”. Y dicho y hecho. Oleocata Xauen organiza un certamen para elegir al mejor catador del año, que cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Jaén, Unicaja y la Diputación Provincial. Este año, tuvo 150 participantes, que acudieron desde España e Italia. Las fases previas se realizaron en 150 concursantes de distintas zonas de España e Italia. Las semifinales se hicieron en Mora, Arnedo, Murcia, Baeza y en la ciudad italiana de Trieste. La final, en Jaén.
Fue en junio y allí Andrés Rivadeneyra se hizo con el primer premio, que estaba dotado con 4.000 euros, y lo recibió de manos de la concejal de Promoción Económica, María del Mar Shaw. Los galardones se entregaron en los Jardines de Jabalcuz. Por ello, Oleocata Xauen, para resaltar el valor del certamen, decidió que Andrés Rivadeneyra acudiera al programa de Buenafuente.
Isabel Simón Ocaña indica: “Lo llamamos y, al principio, flipó. Pensaba que estábamos de broma y no se lo creía. Luego, se puso muy contento. Estábamos convencidos de que sería un buen representante del concurso”.
De hecho, Andreu Buenafuente lo presentó como el mejor catador del mundo. Andrés Rivadeneyra es olivarero desde 1987 y lleva una década catando aceites. Pertenece al panel de la denominación de Priego de Córdoba. “Acudí al programa de Buenafuente porque gané el concurso de Jaén, lo que da una idea de la importancia del certamen”, explica Andrés Rivadeneyra. Se desplazó hasta Barcelona y, desde por la mañana, empezó a catar aceites de oliva. “Probé más de un centenar. Había doscientas marcas diferentes, aunque pensábamos que los caldos que ganan premios no suelen ir en garrafas de cinco litros. Por ello, se descartaron. Luego, empecé a probar hasta que hallé el ganador”, explica Andrés Rivadeneyra.
Sin embargo, deja claro que no es el mejor aceite de oliva de España, sino el que él consideró que tenía, en ese momento, las mejores cualidades. Además, resalta que para darle esta catalogación hubiera sido necesario convocar un panel de expertos en vez de una sola persona. “Me lo pasé muy bien y elegí ese zumo porque me parecía que tenía unas características diferentes al resto. No vi marcas para no condicionarme. En cambio, después de la elección, sí que me percaté que había marcas jiennenses de premio, como Oro Bailén, Castillo de Canena o algunas de Mágina. También de Priego”, manifiesta. Enrique Alonso / Jaén