Bruselas espera que el plan contra crisis de deuda calme a los mercados

Los mandatarios europeos se han mostrado convencidos este jueves  de que el plan contra la crisis de deuda pactado tras 10 horas de  negociaciones servirá para calmar a los mercados y evitará una  segunda recesión, pese a que todavía quedan por cerrar muchos  detalles, como la participación de los países emergentes en el fondo  de rescate o la forma en que se hará la reestructuración de la deuda  griega.

    27 oct 2011 / 16:34 H.

    "Europa está más cerca de resolver su crisis económica y  financiera y de volver a una senda de crecimiento. La cumbre del euro  dio pasos sólidos y sustanciales que deberían permitir a Europa pasar  página", ha dicho el presidente de la Comisión, José Manuel Durao  Barroso, en una comparecencia ante el pleno de la Eurocámara para  explicar los pactos de la cumbre.
    "Las medidas acordadas dan esperanza de que se pueda contener la  crisis de deuda soberana y de que se pueda evitar otra recesión. No  obstante, los detalles técnicos cruciales deben pactarse lo antes  posible", ha señalado por su parte el presidente del Parlamento,  Jerzy Buzek.
    Para el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha  dicho que los acuerdos del Eurogrupo constituyen un "paso político  crucial que todavía requiere un seguimiento político y jurídico".  "Estoy convencido de que los mercados nos darán el tiempo que  necesitamos cuando vean una dirección y una determinación clara", ha  dicho Van Rompuy.
    El plan contra la crisis de deuda acordado por el Eurogrupo consta  de tres pilares: un acuerdo con la banca para que asuma pérdidas del  50%, equivalentes a 100.000 millones de euros, en los bonos griegos  que tiene en su balance; un refuerzo del fondo de rescate mediante el  apalancamiento para que alcance una potencia de 1 billón de euros con  el objetivo de frenar el contagio a España e Italia; y una  recapitalización de la banca con 106.000 millones de euros.
    El objetivo de la quita es reducir el nivel de deuda de Grecia al  120% del PIB de aquí a 2020, frente al 180% al que estaba previsto  que llegara en 2012. Este escenario sólo será posible si la economía  griega crece al 2% anual de media. La banca se resistió hasta el  último minuto a ir más allá del impago del 21% que se acordó en  julio, por lo que todavía no se ha concretado cómo se llevará a cabo  la reestructuración. La hipótesis más fácil, según fuentes europeas, consistiría en un  canje voluntario de bonos griegos. Así, por ejemplo, los que tienen  un valor nominal de 100 se intercambiarían por otros con valor  nominal 50 pero que contarían con una garantía de alrededor del 30%  de la UE. Pero no se ha decidido todavía ni el tipo de interés ni los  plazos de vencimiento. Los países de la eurozona han previsto 30.000 millones de euros de  fondos públicos para avalar los nuevos bonos griegos. A ello hay que  sumar un segundo rescate para Grecia de 100.000 millones de euros,  que cubrirá el periodo hasta 2014 y que incluye 30.000 millones de  euros para recapitalizar los bancos. También incluye otros 35.000  millones de euros para que el BCE siga aceptando la deuda griega como  colateral durante el periodo en que las agencias de 'rating' declaren  un impago parcial de la deuda.  El nuevo programa debe adoptarse a finales de 2011 y el canje de  bonos se realizará a principios del año que viene. El Eurogrupo pide  al Fondo Monetario Internacional que contribuya a financiar el  segundo rescate. A cambio de esta reducción del nivel de deuda de Grecia, la UE  establecerá una supervisión permanente sobre el país para garantizar  que lleva a cabo las reformas comprometidas para recortar su déficit  y mejorar su competitividad. Para evitar que la quita de Grecia empeore el contagio la crisis  de deuda a España e Italia, los líderes europeos han acordado también  apalancar el fondo de rescate de 440.000 millones de euros para que  alcance una potencia de 1 billón de euros. Pero tampoco han cerrado  los detalles de funcionamiento, que no estarán listos hasta  noviembre. Esta cantidad se logrará sin aumentar las garantías que aportan  los Estados miembros y sin recurrir al Banco Central Europeo (BCE),  como exigía Alemania. El fondo se utilizará para avalar parte (entre  el 20% y el 25%) de las nuevas emisiones de deuda de Italia y España  en lugar de comprar directamente los bonos.
    El tercer pilar del plan para combatir la crisis de deuda es la  recapitalización de la banca con 106.000 millones de euros para que  resista a la crisis. De esta cantidad, la cuarta parte, 26.000  millones, corresponde a las entidades españolas. El Gobierno ha asegurado que la factura acabará reduciéndose a  17.000 millones porque se tendrán en cuenta los bonos convertibles, y  las entidades españolas cuentan con obligaciones de este tipo por  valor de 9.000 millones.  Las entidades tendrán de plazo hasta el 30 de junio de 2012 para  alcanzar un ratio de capital de calidad del 9% para que puedan  resistir a la crisis de deuda de la eurozona. Los bancos deberán  alcanzar este ratio tras valorar a precio de mercado la deuda pública  que tienen en su cartera. En el caso de España, ello supone una  depreciación de menos del 3%, según Moncloa. Hasta que no logren el capital exigido, las entidades estarán  sujetas a "limitaciones por lo que se refiere al pago de dividendos y  bonus", según figura en las conclusiones aprobadas por los jefes de  Estado y de Gobierno de los 27.