Blog: sí o sí, pero... ¿por qué?
No me refiero en este artículo a la gente que en algún momento le ha picado el gusanillo de abrir un blog porque conocen y dominan una materia y les gusta escribir sobre ello y compartirlo, con o sin la intención de llegar a convertirse en influyentes, en líderes de opinión o en creadores de tendencias.
Reflexiono sobre el tema en cuestión, al observar cómo en los últimos meses son cada vez más las pymes, autónomos, asociaciones y demás colectivos profesionales los que están incorporando un blog a su página web. Compruebo después de entrar en algunos de ellos que los han incorporado casi como un elemento estandarizado más, dentro del diseño de sus empresas en internet, y no tanto por utilizar la que debiera ser una potente plataforma para, según qué casos, vender a través o a partir de ella.
Porque no basta con ganar notoriedad, no es suficiente generar más tráfico en tu site o incrementar tu número de seguidores. Es necesario ganar dinero. Hay que vender. Al igual que las ventas necesitan al marketing, el marketing sin ventas es insuficiente, se evapora como el humo en una espesa nube de datos y medidas. Por eso lo importante es tener claro el objetivo.
Y es que esta herramienta gratuita, que permite interaccionar con clientes, empleados y en definitiva con cualquier consumidor al que ofrecer información de interés, noticias de actualidad, contenidos atractivos, al tiempo que les permite interactuar con la marca, no debiera utilizarse sin una estrategia previamente definida y sin un diseño acertado.
A partir de ahí, habrá que ponerse a trabajar sobre el blog, sabiendo que habrá que ser profesional, hablando de lo que realmente se sabe, enlazando con las fuentes de información consultadas, actualizando de manera frecuente y siendo creíble. De igual modo, el aprovechar las redes sociales, el conseguir un listado de suscriptores, distribuir algo más que texto con reportajes, audios, vídeos y comprometerse a un calendario de publicación serio ayudarán a tener un blog de éxito.