Abstención por castigo
En las elecciones europeas de 1987, el 25,87% de los jiennenses llamados a votar no acudió a las urnas. En las últimas, las de 2009, el porcentaje se incrementó hasta el 48,84%. La tendencia de la que hablan las encuestas sigue una imparable línea ascendente contra la que lucha la gran mayoría de los partidos políticos. La provincia, que siempre destacó por ser una de las menos abstencionistas de España, camina con paso firme por una senda marcada seriamente por la desafección de los ciudadanos hacia los políticos.
Varios son los factores que influyen en el éxito o el fracaso de la participación. Los expertos señalan que el principal es la distancia con la que ven los jiennenses las instituciones europeas y la propia idea europeísta. Basta un dato para corroborar esta máxima. El barómetro de Metroscopia revela que el porcentaje de españoles que se consideran ciudadanos europeos bajó 12 puntos, de tal forma que si en 2009 era del 69%, ahora es del 57%. Otro factor crucial en el desarrollo de la próxima jornada electoral tendrá que ver con la crisis, los recortes y la política de austeridad. El desencanto generalizado con todo lo que huela a política incrementa la incompatibilidad del votante con la urna.
Solo hay un mensaje en el que coinciden los representantes de los grupos políticos, grandes y pequeños, en estos días de campaña: hay que ir a votar. Existen estudios que demuestran que no solo los condicionantes sociológicos son claves para levantarse en la jornada electoral y acudir al colegio pertinente. Hay otro tipo de ingredientes que hacen que el “plato” sea exquisito para unos e insípido para otros. Son los relacionados con la meteorología. Los antropólogos aseguran que la lluvia afecta al estado anímico de las personas e, incluso, se aventuran a decir que puede cambiar el sentido del voto de determinados electores. La teoría dice que el mal tiempo afecta, sobre todo, a las provincias de interior, donde los ciudadanos no tienen reparo en quedarse guarecidos en casa en una jornada tan importante como es la electoral. Ahora bien, en las zonas del litoral parece que existe una tendencia obligada a salir a la calle así caigan chuzos de punta. Lo cierto es que, independientemente de lo que “rece” en el cielo, existen los votantes fieles y los que no lo son y, en este sentido, los afines a la derecha son de los que pocas veces fallan.
Si los pronósticos no fallan, en los resultados del 25-M imperará el castigo de la abstención. Hay quienes atisban en una virtual bola de cristal el fin del bipartidismo y algunos que solo ven papeletas en blanco por doquier. El caso es que las elecciones europeas, convertidas para los partidos en un ensayo de las que vendrán después, son diferentes a ojos del ciudadano. El mensaje de que Jaén es Europa no se puede repetir más alto y claro. Sin embargo, la distancia física existe y actúa de bloque de hormigón para los “pasotas” de lo político.
Los representantes de grandes y pequeñas organizaciones hacen “juego” en la cuenta atrás de la cita con las urnas. La líder del PSOE Susana Díaz eligió la capital para abrir campaña en un gesto de fortalecimiento de las relaciones con una dirección provincial capaz de besar el suelo que pisa. No consiguió lo mismo el máximo dirigente del PP jiennense, quien se tuvo que conformar con ver a Juan Manuel Moreno Bonilla en su tierra en los días previos. El 25-M se acerca sin que nada ni nadie lo pueda remediar. Una prueba de fuego para quienes ostentan el poder.
En corto
El Ayuntamiento de Campillo de Arenas está gobernado por Izquierda Unida gracias a un pacto sellado con el Partido Popular. La alianza se firmó a principios de legislatura y, según la alcaldesa, María Lourdes Chica, continúa firme. No hay ruptura que valga ni crisis a la vuelta de la esquina. Es más, el teniente de alcalde es el popular Lorenzo Becerra. Se trata de uno de los pocos ayuntamientos de la provincia que da muestras de que dos fuerzas políticas con ideas totalmente diferentes pueden llegar a entenderse cuando es el bien de los ciudadanos lo que está en juego.