12+3=Mayoría absoluta

La fotografía es demoledora. Simula un grupo unido, en el que imperan la cordialidad y la familiaridad. La imagen “rula” por teléfonos y redes sociales desde la inauguración del remodelado Parque de la Alameda. A la puesta de largo de la reforma de un lugar con historia estaban invitados los cuatro grupos que tienen representación municipal. Acudieron el Partido Popular al completo, algunos representantes del Partido Socialista y los tres de Ciudadanos. Solo faltó una agrupación en tan trascendental cita: Jaén en Común. Los doce concejales del equipo de Gobierno inmortalizaron el momento con una instantánea en la que ocupan un lugar privilegiado los tres ediles de la agrupación naranja, especialmente la portavoz, Salud Anguita.

12 oct 2015 / 16:28 H.

La imagen lo puso blanco y en botella para quienes aseguran que existe mucho más que sintonía entre dos partidos que a punto estuvieron de sellar matrimonio político. Hubo tiempo para el amor y el desamor en las horas previas a la constitución del Ayuntamiento de la capital. Cuatro meses después, hay voces que insisten hasta la saciedad en que el roce hace el cariño y, a buen entendedor, pocas palabras bastan. Son los mismos que certifican que existen reuniones internas y acuerdos encubiertos que hacen pensar en la posibilidad de una alianza invisible que, aunque no pase por la vicaría, se mantiene “en pecado”.
Ejemplos no faltan. En el último pleno municipal, los socialistas dejan caer que consiguieron el “sí” de Ciudadanos a una moción relacionada con el Consorcio de Transporte Metropolitano. Sin embargo, a última hora, la respuesta fue “no” para el PSOE y “sí” para el PP. Otro gesto más. El Ayuntamiento tiene dos representantes en Ferias Jaén, S. A. Hasta hace poco eran dos ediles del Partido Popular. En esta nueva etapa, los populares se solidarizan con Ciudadanos y Miguel Contreras comparte “pastel” con Víctor Santiago. Quien piense que la estrategia es económica está equivocado. Todo hace indicar que aquí pesa más la imagen que el dinero. Y el último ejemplo. De todos es sabida la existencia de una liberación guardada en la manga del banquillo popular. También es públicamente notorio el malestar de los ediles recién llegados desde que se les negó el cien por cien de la exclusividad. Los más críticos certifican que existió una reunión entre Salud Anguita y el alcalde, José Enrique Fernández de Moya, para pedir un reparto de esa nómina reservada para un futuro más o menos cierto. Lo que se han de comer los gusanos, que lo disfruten los humanos. Pensarán.
Lo que ocurre es que en Ciudadanos se llevan las manos a la cabeza cuando escuchan tanta “atrocidad”. La portavoz se escuda en la necesidad de hacer oposición constructiva, sin lazos ni casamientos. No hay visos de boda a la vuelta de la esquina. Ni con unos ni con otros. La sintonía política es algo así como café para todos, incluso con quienes tienen incompatibilidad de ideas: los tres concejales de la marca blanca de Podemos. ¿Significa eso djugar a dos bandas? Tampoco. En Ciudadanos, que insisten en la necesidad de cobrar al cien por cien para hacer honores a la justicia, tienen claro que apoyarán las propuestas que consideren buenas para los jiennenses, con independencia del color de las siglas.
La verdad solo tiene un camino y el tiempo todo lo pone en su sitio. Las matemáticas nunca fallan: 12+3= Mayoría Absoluta en el Ayuntamiento de Jaén.

En corto
José Castro fue elegido presidente de Ferias Jaén, S. A., en sustitución de Luis Carlos García, hace poco menos de un año. Su intención, manifestada en foros públicos y privados, era dar el salto a Sevilla, más por motivos personales que profesionales. Sin embargo, por el momento no se cumple su propósito y, a estas alturas, resulta difícil que se produzcan más movimientos en el Gobierno andaluz para buscarle un “sillón”. Ni que decir tiene que su salida de Ferias Jaén como presidente, cuando menos, sorprende. La contestación oficial es que tiene más competencias como diputado como para hacer frente a tanta responsabilidad. Lo extraoficial es que hay malestar por haber escenificado su deseo de salir de la ciudad.