Blesa y sus hermanos cedieron una vivienda a la parroquia de Orcera
El juez Elpidio José Silva, inhabilitado para el ejercicio de su profesión actualmente, ya estaba tras la pista de posibles operaciones fraudulentas del linarense Miguel Blesa de la Parra, al que llegó a encarcelar en 2013.
El magistrado trataba de esclarecer si había blanqueado dinero y ordenado movimientos desde paraísos fiscales mientras presidió Caja Madrid. Por aquel entonces, él y sus cuatro hermanos decidieron ceder uno de los bienes familiares a la parroquia de Orcera. Es una vivienda, de unos cien metros cuadrados, en la calle Asunción del pequeño pueblo segureño. El Obispado explica que, de hecho, este bien ya está a nombre de la Iglesia y que los Blesa de la Parra cumplían, según se comentó en su momento, con la voluntad de su abuela materna.
A Blesa le conocen los orcereños como “el sobrino del Parra”. Recuerdan así su parentesco con el que fuera “alcalde de la transición” —de 1979 a 1987—, Ramón de la Parra, como aclara el actual regidor, el socialista Sergio Rodríguez. Pocos son los que pueden decir que lo han visto por las calles del pueblo segureño desde hace muchos años y apenas tiene ya parientes en el municipio. De su paso por Caja Madrid, eso sí, queda testimonio en la iglesia de Orcera. Una pequeña placa informa de que la entidad madrileña que dirigió Blesa, antes de transformarse en Bankia y ser rescatada con dinero público, contribuyó a unos arreglos en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
La parte de la casa que había heredado en el casco antiguo de Orcera no le será embargada. Distinta suerte puede correr la de sus padres en la céntrica y concurrida calle Cervantes de Linares que, al igual que la de Segura, comparte con sus cuatro hermanos. El juez Fernando Andreu le impuso una fianza civil de 16 millones de euros por los supuestos gastos sin declarar que pagó con las llamadas tarjetas B de Caja Madrid. Si no aportara la elevada suma en metálico, la Audiencia Nacional optaría por confiscar los bienes de los que dispone el exbanquero linarense. Estos, según los datos del Registro de la Propiedad difundidos por medios nacionales, tienen un valor de unos 3 millones de euros, una quinta parte de la suma que le reclama Andreu. El inmueble de la ciudad linarense puede rondar los 600.000 euros de valor.