Otra generación
La verdad es que da pena leer las cartas de los Reyes Magos de cualquier niño y, sobre todo, si la comparas con las que escribíamos en nuestra época los que hoy tenemos alrededor de los treinta. Yo me conformaba con una caja de plastidecores que trajera el “color carne” y una bolsa de chicles Cheiw y caramelos Sugus. Sin embargo, la de mi sobrino Gonzalo, que cumplió en octubre seis años, dice:
“Queridos Reyes Magos, como este año he sido buenísimo he pensado que me traigáis los siguientes regalos.
La verdad es que da pena leer las cartas de los Reyes Magos de cualquier niño y, sobre todo, si la comparas con las que escribíamos en nuestra época los que hoy tenemos alrededor de los treinta. Yo me conformaba con una caja de plastidecores que trajera el “color carne” y una bolsa de chicles Cheiw y caramelos Sugus. Sin embargo, la de mi sobrino Gonzalo, que cumplió en octubre seis años, dice: “Queridos Reyes Magos, como este año he sido buenísimo he pensado que me traigáis los siguientes regalos.
Este año he pedido alguno más porque mi madre dice que los podréis comprar en las rebajas: un Action Man, un Spiderman, la pista de Pressing Catch, juegos para la Nintendo, el Bosque Encantado, una TDT para mi habitación, una Wii para mi hermano, un chándal Adidas y algún regalo sorpresa”. No hay más que decir…