BELÉN TABERNERO LÓPEZ.- "Realizo mi trabajo por vocación, me llena"

Mariam López Ruiz
Belén Tabernero López lleva más de quince años como monitora deportiva y les aseguro que a pocas personas he conocido tan trabajadoras, tenaces y amantes de su trabajo, a pesar de su dureza. Es, como ella dice, monitora multidisciplinar, y yo diría multidisciplinar por profesional, por madre, por amiga, por buena gente y porque vale su peso en oro. Conoced a la mejor monitora deportiva y de ciclo indoor del mundo. Se lo merece.

    10 mar 2013 / 10:07 H.

    —Belén, ¿cómo eligió usted esta profesión y cuántos años lleva en ella?
    —Llegué por vocación. Siempre me ha gustado mucho el deporte y de manos de Fátima Cerezo, que trabajaba como monitora en un gimnasio de la capital, me fui enamorando más de este mundo. Por aquel entonces, lo que estaba de moda era el aeróbic, el steep, etcétera. Decidí sacarme el título y tuve la suerte de empezar a trabajar en esto muy pronto. Al principio, compaginé mi carrera como graduada social con el trabajo en un gimnasio, por el que finalmente opté, porque era el que realmente me gustaba y me llenaba. Llevo dedicada a esta profesión algo más de 15 años. En todo este tiempo, he sido monitora deportiva en diversos gimnasios de la ciudad, como Gym Radical, Athenas ”Club de Judo”, Neoss, Ready, Plenarium, Gimnasio La Fábrica, Gimnasio Zeus y, actualmente, en el Gimnasio Aquagym, en el que llevo ya 3 años como monitora multidisciplinar.
    —¿Qué es una monitora multidisciplinar?
    —En los gimnasios existen distintas salas  (cardio, de musculación,  etcétera) y, luego, están las salas colectivas, en las que se imparten distintas disciplinas o actividades, como ciclo indoor, steep, aeróbic, zumba, “indoorwalking” o lo que llamamos elíptica, tonificación, o body pump, entre otras. Hay monitores que solo dan clases de una de estas modalidades y los monitores multidisciplinares imparten todas.
    —¿Cuál de estas actividades le atrae más?
    —Me considero una apasionada del ciclo indoor, que es la tendencia del momento para entrenar a alta intensidad. Yo ya había impartido antes clases de ciclo indor, pero, desde hace más de un año, gracias a José María García Martínez, conocí una manera nueva de entender e impartir estas clases y trabajar la música de una forma totalmente diferente. Son clases grupales, lógicamente, dirigidas por un profesor y en las que el trabajo básicamente es aeróbico: se pedalea sobre una bicicleta estática al ritmo que te trasmite la música. Se juega mucho con las sensaciones y emociones que sientes con cada canción. Por ejemplo, el rock and roll es una música muy potente que te ayuda a meter más fuerza y resistencia sobre la bici. Otras músicas, como el house, animan a ir más suelto, más relajado, como si fueras paseando. Entonces, yo les hago imaginar paisajes, rutas interiores que les lleven al centro de sus emociones y que, a través de la música, los pedales y el esfuerzo, trabajen el cuerpo, pero, también, la mente. Es una de las actividades más demandadas actualmente, no solo por el alto nivel de gasto calórico, sino creo que, también, porque la música engancha mucho. En la sala donde se imparte el ciclo indoor hay 30 bicicletas y todas se ocupan en las clases. Incluso queda gente fuera que no ha podido entrar.
    —¿Acuden más mujeres que hombres al gimnasio o a sus clases? ¿Por qué?
    —Sí, en las clases colectivas triunfa el sexo femenino. Ahora bien, en el ciclo indoor sí que es cierto que está igualado entre hombres y mujeres, incluso, los chicos cada vez se están animando más. Es un ejercicio fácil, muy desestresante y con un alto gasto calórico. Por otro lado, las chicas suelen buscar clases colectivas porque, para ellas, aún una sala de musculación es un reto. Es una minoría la que entra y, en las clases colectivas, sienten menos vergüenza. Te insisto en que el ciclo indoor es lo que está triunfando en los gimnasios tanto en el ámbito nacional y me atrevo a decir que internacional y que es el futuro de los mismos. Existen otras actividades en auge, como la zumba, que es baile que combina diversión y deporte. Se baila con ritmos latinos, como un merengue, una salsa o una bachata. Se hacen pasos básicos en estos ritmos con temas de actualidad, con pequeñas coreografías para cada canción, siempre con músicas pegadizas y divertidas y, también, con un gasto calórico importante.
    — ¿Se ha considerado siempre la preparación deportiva como una actividad masculina? ¿Qué opina usted?
    —Bueno, por poner un ejemplo, lo cierto es que en la zona de musculación, por lo general, sigue siendo un 75% masculina. En las zonas colectivas, es un 90% femenino. En el ciclo indoor, respetuosamente, yo considero que hay aún un cierto “machismo” porque, por cada una monitora que hay, existen 50 monitores. 
    —-¿Se sienten cortados los hombres cuando acuden a una clase donde es el monitor una mujer?
    —Bueno, si no te conocen, ponen cara de “¿qué va a hacer esta ahora?”,  pero el que ya me conoce, sabe que la clase va ser fuerte, a la vez que divertida, que es lo que ellos buscan sin tener en cuenta ni mucho menos que la profesora sea mujer.
     —Ante la inminente llegada de la primavera y la operación bikini, ¿qué consejos y actividad deportiva recomienda?
    —Lo que aconsejo todo el año. Una alimentación adecuada y realizar cualquier actividad, la que sea. La operación bikini no existe. Yo recomiendo hacer deporte todo el año, que no haya parones, porque el cuerpo no conoce de vacaciones. Se puede hacer a un ritmo más moderado, pero no dejarlo, aunque se limite a salir a andar. Cuanto más te cuides y ejercites tu cuerpo, supone mayor calidad de vida. Eso debe ser a diario, como una comida sana. Por eso, la operación bikini es querer quitarse unos kilos rápidos viniendo a un gimnasio pocos meses y desaparecer el resto del año. Eso no es una solución porque el organismo reacciona en contra cuando se deja.
    —-¿Es adictivo el deporte?
    —Sí, porque te encuentras mejor haciendo deporte. No solo porque te sientes más ágil,  sino también porque físicamente te ves mejor, más guapo y sabes que el deporte te da ese bienestar. Además, hacer ejercicio genera endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad porque, realmente, llevan al cerebro esa sensación de alegría.
    —-¿Cómo se identifican las necesidades de un cliente cuando llega por primera vez?
    —Lo primero que se tiene que averiguar es qué viene buscando y analizar su perfil, si viene por diversión, por obligación, por salud, por bajar de peso, etcétera y qué actividad le gusta, qué le puede enganchar, qué le conviene y fidelizarlo. Sobre todo, hacer un seguimiento sobre la actividad desarrollada para que el cliente no se aburra y no desista. A la gente le gusta ser atendida personalmente y no llegar a un centro en el que no se le presta la atención que busca.  Si no ve ayuda, se va sin conseguir su meta. Necesitan sentirse importantes y ver al cabo de un tiempo su evolución.