Belén Maya: 'Tr3s es un espectáculo de un flamenco esencial y tradicional'

Ignacio Frías /Jaén
Para un recital flamenco con un cantaor basta, porque, aseguran los entendidos, el mejor flamenco es de mesa camilla. Y si lo acompaña un tocaor se puede acariciar la gloria. En esto, Manuel Machado sentó cátedra cuando dijo:

    09 mar 2012 / 15:34 H.

     “Una fiesta se hace con tres personas: uno canta, otro baila y el otro toca”. En eso consiste Tr3s, el espectáculo de Belén Maya. Un formato reducido para tiempos de crisis.
    —¿Qué es Tr3s?
    —Es un espectáculo que estrené hace un año. Queríamos hacer una cosa más íntima, pero con solistas. Llevamos a Rafael Rodríguez a la guitarra y a Jesús Méndez al cante. Somos tres, cante, guitarra y baile, de ahí el título, y añadimos unas palmas, con Choro. Es un flamenco muy esencial y tradicional. 
    —¿En qué es tradicional?
    —En que consiste en palos en los que bailo por cañas con bata y mantón, por zambra, fandangos, alegrías, soleá, tientos-tango, taranto, cartagenera, bulerías, seguiriya y soleá por bulerías. Entre unos números y otros hay una conexión, pero, en sí, es flamenco tradicional.
    —¿Hay algún palo con el que se siente más a gusto?
    —El taranto, es donde más a gusto me siento.
    —¿Por qué el taranto?
    —Quizá porque es lo que bailaba cuando empecé y el primer baile que monté fue por tarantos y tangos. Seguramente por eso lo domino más y me siento más cómoda y relajada. Pero también he montado este espectáculo, por primera vez, por cañas con bata y mantón y estoy muy ilusionada con esto nuevo. He intentado darle el estilo antiguo y, el resultado, es un número que me gusta mucho.
    —¿El espectáculo está pensado solo para un formato reducido o cabe la posibilidad de ampliarlo?
    —Depende de las necesidades, porque permite llevar una compañía con tres guitarras, tres cantaores, un grupo de baile, pero con los recortes tan grandes que están habiendo hace tiempo que no llevo una compañía tan grande. Este espectáculo siempre tiene este formato, aunque vayamos fuera, porque se hizo con esa idea de un formato pequeño. A veces, dependiendo si es un teatro grande, llevo dos cantaores.
    —En alguna ocasión dijo que su objetivo en el baile es contar algo diferente.
    —Sí, porque todos queremos dar nuestra visión del flamenco. En este caso soy más tradicional, pero siempre aportó mi visión y mis movimientos son muy personales, míos. Intento contar lo que me pasa a mí. Cada uno salimos al escenario con nuestro estilo, pero siempre intentando hacer flamenco. 
    —Es obvio que el flamenco requiere de una disciplina, mucho estudio y preparación física, pero muy especialmente en el toque, con práctica diaria, y en el baile. 
    —Claro. Nosotros somos como deportistas. Necesitamos estar en forma y con el cuerpo en perfectas condiciones. Esto es difícil porque, a veces, nos lesionamos o tenemos que trabajar varios días con viajes de por medio que agotan muchísimo. Los problemas de los cantaores son otros, de garganta..., pero nosotros somos como deportistas.
    —¿Ha actuado antes en Jaén?
    —No. Esta es la primera vez. Siempre hay la duda de qué esperará el público de mí. Pero si vienen a verme es porque saben lo que hago. Espero que disfruten y yo disfrutar con ellos.