Barroso propone una tasa a las transacciones financieras
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha propuesto hoy formalmente la creación, a partir del 1 de enero de 2014, de una tasa a las transacciones financieras dentro de la UE, a imitación de la tasa Tobin, que recaudará 55.000 millones de euros al año, según sus cálculos.
La tasa gravará con un tipo del 0,1% las compraventas de acciones y bonos y con un tipo del 0,01% las de derivados. Con estos tipos tan bajos, el Ejecutivo comunitario pretende reducir el riesgo de deslocalizaciones. No obstante, Bruselas admite que su implantación podría reducir a largo plazo el crecimiento del PIB entre el 0,53% y el 1,76%. Se aplicará a todas las transacciones entre instituciones financieras en el caso de que al menos una de las partes esté en la UE (el 85% del total, según la Comisión). No se gravará ni a los ciudadanos ni a las empresas. Las hipotecas, los préstamos bancarios, los contratos de seguros y otras actividades financieras normales efectuadas por personas físicas o pequeñas empresas no entran en el ámbito de aplicación de la propuesta.
Los ingresos se destinarán a financiar el presupuesto de la UE, reduciendo así las aportaciones de los Estados miembros, y a los presupuestos nacionales. Los Estados miembros podrán decidir incrementar la parte de los ingresos gravando las transacciones financieras con un tipo más alto. La UE llevará su propuesta a la reunión del G-20 en Cannes, en noviembre, aunque Estados Unidos ha dejado claro que se opone a la iniciativa. "En los últimos tres años, los Estados miembros, los contribuyentes, han dado ayuda y garantías de 4,6 billones de euros al sector financiero. Ha llegado el momento de que el sector financiero devuelva la contribución a la sociedad", ha dicho Barroso en un discurso ante el pleno de la Eurocámara. Además, el sector se ha beneficiado de una ventaja fiscal de 18.000 millones anuales por la exención del IVA sobre los servicios financieros. La tasa sobre las transacciones financieras tiene pocas posibilidades de prosperar en la UE por la oposición de Reino Unido. La alternativa que se estudia es implantarla únicamente en la eurozona, ya que, según explicó la vicepresidenta económica, Elena Salgado, cuenta con el apoyo de los grandes países como Alemania, Francia o España. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ya ha expresado su rechazo a esta medida por considerar que provocará una deslocalización de las actividades financieras fuera de la UE.