05 jun 2014 / 22:00 H.
La remodelación del Palacio de Villardompardo es un ejemplo de dinero bien empleado, porque sirve para visualizar rápidamente en qué se ha gastado parte del dinero del famoso Plan Activa Jaén, ese que todo el mundo critica porque dicen que es aire. Pues bien, en parte creo que lo es, pero al menos con estas obras cualquiera puede comprobar en qué se ha invertido buena parte de esos millones que un día nos vendieron como la varita mágica para sacarnos del pozo. En el pozo seguimos, pero con un palacio que es una maravilla, un lugar de obligada visita para turistas y para los propios jiennenses, que muchos de nosotros ni lo conocemos siquiera. Recorrerlo tiene que ser un lujo, por lo que he podido leer estos días en la prensa, y estoy deseando encontrar el momento de acercarme a ese precioso barrio de La Magdalena para verlo. Seguro que si estuviera en otras capitales ya sería conocido en el mundo entero y vendría la gente en peregrinación a verlo, pero como está en Jaén parece que tiene menos mérito. Gran error. Igual que la Catedral, que si estuviera en otra capital sería Patrimonio de la Humanidad hace años. Cosas “made in Jaén”.