Baño de fe en la aldea de Zocueca

Francisco Javier Cabrera/Bailén
La patrona de Bailén, Nuestra Señora de Zocueca, realizó, como cada último domingo de septiembre, su peregrinaje hacia el santuario del Rumblar, en la aldea de Zocueca. Allí aguardaban miles de romeros que acamparon días antes para asistir a la entrada de la imagen.

    26 sep 2011 / 09:35 H.

    Los actos en honor de la patrona de Bailén, Nuestra Señora de Zocueca, comenzaron en la jornada dominical con el oficio de la santa misa en la parroquia de la Encarnación. Seguidamente la comitiva hizo su habitual parada en la parroquia de El Salvador donde, a su salida, el grupo local Ritmo del Sur cantó a la Virgen.
    A continuación empezó la peregrinación hasta Zocueca, una aldea que pertenece al término de Guarromán y que supone, además, un largo recorrido de siete kilómetros en el que la imagen estuvo arropada, en todo momento, por miles de fieles que inundaban caminos y carreteras. Sin duda alguna se trata de uno de los días más esperados y los bailenenses se echaron a la calle para acompañar a su patrona en una jornada en la que se disfrutó de un sol radiante. Además, cabe destacar que una treintena de carretas acompañaba a la comitiva, perfectamente engalanadas, y marcaron el camino a las miles de personas que iban a pie.
    Por otro lado, el momento más emotivo y esperado se vivió a la entrada a la aldea, donde miles de devotos recibieron con vivas a la patrona bailenense. Seguidamente se ofició una misa a las puertas del santuario para, después, “procesionar” por las calles de Zocueca al son de la Banda de Música de Bailén.
    Antes de entrar en la aldea, sin embargo, hubo visita obligada a El Ventorrillo, donde el alcalde de Guarromán, Antonio Almazán, hizo entrega del bastón de mando a la alcaldesa de Bailén, Simona Villar, que se convirtió, por un día, en regidora de la aldea. El primer edil guarromanense manifestó su alegría ya que, por primera vez, se entregaba el bastón de mando a una mujer.
    En lo que respecta al parte de incidencias, tanto Cruz Roja como la Policía Local y los miembros de Protección Civil destacaron que se trató de una romería sin apenas sobresaltos, salvo las típicas heridas y rasguños.