Bandas sonoras o clamar en el desierto
JESÚS DÍAZ LATORRE Desde Jaén. De la noche a la mañana aparecieron en algunas avenidas de la ciudad unas antipáticas bandas sonoras sin sentido ni utilidad alguna. Si acaso, el de algunos talleres de reparaciones que se deben estar forrando reponiendo amortiguadores de coches, furgonetas y otros vehículos damnificados.
O quizá ni eso, porque con la crisis, tenemos que circular con los coches cayéndose a trozos. Puer bien, después de colocarlas, en lugar de antes, se instaló la señalización vertical de rigor, con lo que el concejal de Tráfico, Juan Carlos Ruiz, debió quedarse ya descansando por su gran obra. La cuestión es que pasa el tiempo y, aunque sea de sabios rectificar, este señor no se baja del burro, como vulgarmente se dice, y ahí siguen esas bandas sonoras haciendo más insufrible aún el tráfico en esta ciudad de lo que ya lo es. Solo le pido al señor Juan Carlos Ruiz que recapacite y escuche, no a mí, sino a los cientos, miles de conductores que lo gritan por las esquinas.