Balada triste de trompeta.- La 'soledad' del coherente

Por Nuria López Priego 
Dijo: 'Internet no es el futuro. Es el presente y la salvación de nuestro cine'. Se atrevió a mirar de frente y con respeto a los 'internautas', los vio como los ciudadanos que son y, después de intentar en vano unir posturas con el Gobierno, venció la coherencia y decidió que lo mejor era dimitir. Dejar la Presidencia de la Academia de Cine Español.

    16 feb 2011 / 19:35 H.

    Pero, antes, regaló una “bomba” de congruencia a la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y a la “gran familia” del cine español. Fue durante la vigesimoquinta edición de los Premios Goya. Una gala en la que su laureada Balada triste de trompeta partía como favorita, con quince nominaciones, y que, lamentablemente, se tuvo que conformar con “un botón”. Dos galardones: uno a los mejores efectos especiales y otro al magnífico y arduo trabajo de maquillaje y peluquería realizado para convertir a Carlos Areces y al malagueño Antonio de la Torre en dos payasos pesadillescos, repulsivos, inquietantes, enloquecidos y en todo momento irrisorios que conquistaron Venecia, su Mostra y a Quentin Tarantino, como presidente del jurado, el año pasado.
    No pudieron lograrlo con el de los “Oscar” españoles, pero, durante la gala, De la Iglesia se despachó a gusto y abrió un debate que no tiene fin. Abrió la veda a la necesidad de buscar fórmulas que conjuguen la distribución en las salas de cine con internet, porque el camino que ha abierto la Red es irreversible y ponerse una venda en los ojos es, simplemente, de necios. Otra cosa es que las propuestas cinematográficas atraigan al público a las salas o no. Y si no lo consiguen no es por falta de calidad. Precisamente, eso es lo que, hoy por hoy, le sobra a nuestro cine, con autores de referencia, como Saura, Almodóvar, Amenábar, Monzón o Bollaín, entre otros.
    Quizá, el problema no sea sino una cuestión de educación, de empezar a creernos lo que tenemos y lo que valemos; de que los niños, ya en la escuela, aprendan que uno de los mejores cineastas de todos los tiempos fue español —Luis Buñuel— y de empezar a callar las bocas de esa panda de ignorantes y de graciosillos sin gracia que todavía lleva a gala eso de “Yo soy anticine español”. La educación, más que internet, debería ser el principio de esa revolución y la salvación de nuestro cine.
    Balada triste de trompeta
    Director: Álex de la Iglesia
    Protagonistas: Antonio de la Torre, Carlos Areces