Bahorrina política

Desde barcelona. Rajoy no sabía nada, la Infanta Cristina no sabía nada, el Banco de España no sabía nada, ahora, un preferentista de 90 años se “jode” porque debía saberlo todo. Evidentemente hay que saber muy poco para no saber que todos sabían y que a sabiendas, sabían que sabían que lo que saben no quieren que lo sepamos.

    21 ago 2013 / 07:33 H.

    ¿Saber o no saber? Ese es el eufemismo (de una mentira). La Infanta no es tan rubia como para hacerse la sueca, los hombres con barba aparentan sabiduría pero la de Rajoy debe ser como el bigote de Aznar: Made in China. ¿El Banco de España? bueno, es un banco, es decir, una multinacional de mentiras. En España las mentiras políticas se han convertido en deporte nacional, y eso sí lo sabemos todos, por eso la tragedia política no es que mientan, es que la gente lo asuma como si fuese una falta táctica en el partido político. La democracia es una cultura y España es un adolescente en la edad del pavo, por eso nos falta mucho aprendizaje para actuar con la adultez democrática anglosajona en donde una mentira sobre una multa de tráfico se paga con la cárcel, en cambio en España siempre es: “#Nomeconsta”. La sensación de los españoles es que nos tratan como a burros, nos pasean como a ovejas y nos llevan como a una piara de cerdos a un Auschwitz económico y social, y todo ello avalado por un Fondo Monetario Internacional y un Banco Central Europeo que jamás han sido elegidos democráticamente por los europeos. Si en España la mentira es “masIVA” es porque la justicia está institucionalizada por el dinero, la política y todo tipo de intereses que nada tienen que ver con lo justo. Einstein tenía razón (E=mc2) es decir: “España es igual a mentiras por corruptos al cuadrado”. La única verdad es que todos mentimos, cierto. Otra cosa es que te pillen y otra muy distinta reconocerlo, por eso en España la impunidad política tiene secuestrada a la democracia. Mientras España es un sainete político, Europa un entremés económico, los bancos un farsa y el paro una zarzuela que ya canta, los españoles asistimos a la peor obra de nuestra vida, ¿y qué hacemos? Nada. Es indignante que la gente no se indigne, pero también hay que entender que el miedo a la perdida del puesto laboral es la principal causa de cobardía social. ¿Os acordáis cuando ser mileurista era despectivo? Que tiempos. La democracia no es ir a votar una vez cada 4 años y estar callada durante 1.460 días. Democracia es el deber de una sociedad a fiscalizar día a día la actitud y aptitud de sus políticos e instituciones, porque entre los  “rojos” y “azules” la democracia está tan verde que nuestros derechos están haciendo la fotosíntesis. Nunca tantos mintieron tanto a tantos durante tanto tiempo tan impunemente, por eso los españoles debemos tener cuatro estómagos como las vacas, porque es inexplicable digerir tanta corrupción. Será por eso que según la Nasa los políticos están hechos del material más duro del universo, porque hay que ver la cara más dura que tienen. En fin, la próxima vez que vayas a votar recuerda: España no es bipartidista, es bipolar. Si un político te engaña una vez, será culpa suya. Si luego le votas, la culpa será tuya. Si votas, bótalos. Porque por cada 60 segundos de corrupción, España, pierde un minuto de democracia.
    Marcos Ley González