Baeza logra garantías sobre su peso futuro en la UNIA
Al terminar la reunión del Patronato de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) que se celebró ayer en Baeza, una de las asistentas, resopló y dijo: “¡Por Dios!”. Minutos antes, cuando por fin accedieron al cónclave los reporteros gráficos, el alcalde baezano, Leocadio Marín, ironizó: “Tenían que haber entrado antes”. Otros asistentes revelaron que las tres horas largas del encuentro fueron tensas.
La asamblea, en el Palacio de Jabalquinto de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, sirvió, tal y como se establece por ley, para un encuentro ordinario entre el Consejo de Gobierno, es decir, el rector Eugenio Domínguez Vilches y su equipo, y los patronos de la UNIA, entre los que está, también porque lo establece la norma fundacional de esta universidad, un representante del Ayuntamiento de Baeza, en este caso, el alcalde. El político anfitrión, aunque fuera de casa por estricto protocolo, sacó del encuentro lo que pretendía: La palabra de que el campus de Baeza, la histórica sede Antonio Machado, continuará, como ocurre actualmente, con un gran peso en la universidad.
La rueda de prensa posterior, aunque comenzó hora y media después de lo anunciado, fue al grano. El secretario general de Universidades de la Junta, Francisco Triguero, presidente del Patronato, se centró en Baeza y aclaró que el órgano había tenido en cuenta la moción aprobada por unanimidad en el pleno de la ciudad, en defensa de la “Antonio Machado”. Aplaudió la “preocupación legítima” del alcalde y, al instante, aclaró que, además de mantener su importancia en los cursos que oferta la UNIA, en el campus baezano también se ubicará una de las nuevas Aula de Mayores, además de que, desde allí, se trabajará en proyectos relacionados con el olivar. Fue más allá y adelantó que una comisión vigilará “porque no haya desviación” de estos compromisos. Al dar las efusivas gracias al alcalde y al rector, dejó entrever que ambos se habían avenido a cerrar la crisis entre las dos instituciones.
El rector dijo que, tras “una larga discusión” y “malentendidos”, su más firme intención es “trabajar en lo que hay que trabajar” que, como dijo, es “potenciar la universidad”. El alcalde, rotundo, aseguró que, para él, es suficiente “el compromiso adquirido por el Gobierno andaluz y el rector”. “Traslado mi satisfacción por haber encontrado la compresión del secretario y (tras una pausa) del rector”. Entonó el mea culpa, como el rector, y admitió que era necesario “romper el clima de malentendidos”, además de lamentar que se hubieran cruzado declaraciones impertinentes; “en el sentido de que no pertenecía hacerlas”, matizó. Concluyó el alcalde con un nuevo agradecimiento a la Junta.
La reunión de ayer pone fin a las “hostilidades” entre el Gobierno local y el Rectorado, que comenzaron con el cese del veterano gerente del campus baezano, Pedro Martín, a mediados de septiembre. Ello llevó a la renuncia del anterior vicerrector, José Domingo Sánchez, y a abiertas críticas desde Baeza a las políticas del rector.