Autopistas de 'pillaje'
José Luis Martínez Padilla/Desde Jaén. Me animo a escribir estas líneas desde la rabia y la indignación de contemplar como pasa ante nuestros ojos el desmantelamiento del estado del bienestar en su más dinámica expresión.
Y lo de dinámico es nada más y nada menos por la sensación de impotencia que le da a uno cuando de repente al cruzar Despeñaperros con su coche se encuentra con una marabunta de máquinas y operarios y toda la autovía de un extremo a otro a flor de piel cual hormiguero pisoteado, como si hubiera pasado por encima un tifón sin escrúpulos y así, se prolonga la devastación hasta Manzanares, con toda suerte de bandas sonoras interminables, carriles cortados sin necesidad puesto que están transitables y demás gracietas de esa índole que ocasionan el hecho de que si antes nos costaba ir a los mandriles tres horas y media, ahora tengamos que echar casi cinco horas en recorrer los 330 kilómetros que separan la capital del Santo Reino de la del Reino de España (eso si tenemos en cuenta que el viaducto de Despeñaperros, de reciente construcción, nos ahorraba media hora). Lo cual ya, si cabe, para más INRI.Soy consciente de la necesidad de la inversión pública, incluso de la austeridad y del control del gasto, y si me apuran hasta de arreglar las carreteras cuando haya que arreglarlas, pero por donde no paso es porque nos intenten engañar (como no tenemos poco con la situación económica) haciéndonos ver lo que no vamos a ver porque sencillamente no está. Y es que en un futuro, pongo la mano en el fuego y creo que no me quemaré, que nuestra querida A-4, después de lo que están haciendo con ella, la convertirán en una autentica autopista de “pillaje” aquellos que nos han vendido la moto de que la inversión pública es necesaria, a la vez que piensan que es necesario costearla entre todos lo que la usemos. Lo que me parece a mi que no han pensado ni pensarán, porque no les afecta, (ellos van otros medios, o a las malas en coches nuestros, osea oficiales) es lo que me va a costar a mi y a los miles y millones de conductores que se han dejado tanto su tiempo, en ocasiones valioso, como las suspensiones, dirección y neumáticos de su coche, y que sin tener culpa de las atrocidades cometidas en una infraestructura por unas mentes pensantes como las que nos desgobiernan, vamos a tener que sufragar en aras a un supuesta mejora de lo único que puede mejorar haciendo tal barbaridad en los tiempos que corren, y es el numero de coches a las puertas de los talleres.