Autogestión municipal

El dinero público, como sabemos, proviene de los impuestos de los ciudadanos. Por tanto, hay que gastarlo bien, con transparencia y primando lo fundamental. Pero, por desgracia, a veces, ocurre lo contrario. Creo que, salvo las grandes obras y servicios a nivel nacional, regional y comarcal, los Ayuntamientos deben autogestionarel resto que se refiera a sus respectivos municipios. Para esto deberían ser financiados por las administraciones, y no a través de partidas de dinero arbitrarias y sin un determinado fin, sino teniendo en cuenta ciertas variables objetivas, como el número de habitantes. Con este dinero recibido, los ayuntamientos y sus representantes, con transparencia y control, y asesorados convenientemente, deben invertirlo en las cosas más imprescindibles, como carreteras, caminos, calles, acuíferos, etcétera. Ahora bien, estos equipos de Gobierno deben desterrar para siempre hábitos como invertir, casi siempre en el centro de las poblaciones y en cosas que están bien en detrimento del resto; hacer obras antes y después de los comicios y, en el período central, casi nada; eliminar obras y proyectos correctos de la anterior corporación; llevarse comisiones de las obras ejecutadas; y no asumir responsabilidades de los actos y hechos reprobables cometidos, etcétera. Pero sí deberían fomentar buenos equipos de mantenimiento para todo, que la mayoría de los operarios de las obras sean del lugar, que la mayoría de los servicios prestados sean de carácter público (menos especulación), trabajar siempre en proyectos e iniciativas nuevos, y no destruir sin justificación lo anterior. En eso consiste el progreso, y se demuestra la valía de los gobernantes de turno. Por tanto, y ante el año electoral en el que nos encontramos, sería aconsejable un punto de inflexión en la forma de administrar a los ciudadanos, a las cosas, en la transparencia y eficacia de la labor de nuestros representantes, que vocacionalmente (ahora, con un sueldo digno), se dediquen a esta noble e imprescindible tarea. Ánimo y responsabilidad en vuestro cometido, y que al final nos sintamos orgullosos de haberos elegido, en bien de la comunidad

    15 may 2015 / 15:06 H.