“Ataques” de termitas en el barrio del Pilar del Arrabalejo

En el castizo barrio del Pilar del Arrabalejo, varios de sus vecinos “temen” quedarse sin muebles y hasta sin vivienda, y no porque haya una banda de atracadores en la zona. La amenaza que les preocupa acecha desde el subsuelo y se llama“termitas”. Unos insectos “sociales” —como las hormigas o las abejas, pero más peligrosos que estos— que “todos tenemos en casa” —advierte, desde la empresa Andasur Control de Plagas, su director, Miguel Ángel Soria— y de los que, “por casualidad”, en las últimas semanas se han detectado sus ataques.
Y es que han aflorado ahora después de, en algunos casos, hasta un lustro de arduo trabajo por parte de unos insectos que, en general, en España, pertenecen a una especie —Reticulitermes Ssp— subterránea. Este tipo de termitas que afectan a “prácticamente la totalidad” de las estructuras y construcciones del país se alimentan de todo tipo de materiales celulósicos que encuentran en el suelo (maderas) o en las estructuras (madera, cartón, papel…). Como consecuencia, son devastadores potenciales de muebles, marcos de las puertas, rodapiés, carpintería, en general, y los dobles tabiques, pero también de los cartones y los libros.
Para consumir esa madera, si es necesario, atraviesan materiales blandos como el yeso o el poliestireno. También utilizan las fisuras en el hormigón o las uniones entre las piedras o los ladrillos para hacerse un camino. En los casos en los que no pueden atravesarlos —se indica en el informe técnico del sistema con el que Andasur erradica los llamados termiteros—, se construyen pequeños túneles de color marrón oscuro en el interior de los cuales se desplazan hacia su objetivo. Estos cordones son construidos con partículas de pequeño tamaño, mezcla de saliva, tierra y deyecciones. No es raro que estas construcciones aparezcan con aspecto de “estalactitas” o “estalagmitas”.
Por lo general, las maderas atacadas por las termitas no presentan síntomas visibles en el exterior, puesto que dejan siempre una pequeña película que permanece intacta. Otra cosa es lo que ocurre en el interior de la madera. Este es consumido en laminillas en el sentido de las fibras y no se ve ningún resto de serrín desde el exterior. En el caso de que atraviesen la película externa —madera superficial, papel pintado o pintura—, se encargan rápidamente de tapar el orificio con una mezcla de saliva y deyecciones, de forma que no se aprecia nada más que una pequeña mancha oscura a veces del tamaño de una cabeza de alfiler.
En cuanto a las causas de un ataque de termitas, el director de Andasur Control de Plagas señala que un nivel importante de humedad en la zona los favorece. No obstante, para acabar con ellas, los expertos recomiendan que no se apliquen insecticidas superficiales, ni por inyección, porque, lejos de controlar la colonia, “posiblemente” se extienda aún más, ya que esto las molestará. Los métodos de lucha convencionales consisten en establecer una barrera química alrededor del edificio a proteger mediante inyección de insecticida en muros y/o suelo, así como de tratamiento estructural.
Sin embargo, estos insecticidas solo repelen. Las termitas se alejan relativamente, pero continúan reproduciéndose, por lo que el peligro potencial se mantiene.
erradicación. Para eliminar las colonias, Andasur Control de Plagas aplique un nuevo sistema —Setri* Tech— que está basado en un insecticida, el hexaflumurón, perteneciente a una generación de moléculas, que impide el desarrollo de los insectos mediante la inhibición de la muda de las termitas. El hexaflumurón es consumido por las “obreras”, que se encargan de transportarlo al interior de la colonia, por lo que, poco a poco, la población de termitas obreras desaparece.
Como subraya la empresa, este insecticida es específico para este tipo de insectos y no tiene ningún efecto sobre el hombre ni sobre los animales domésticos. Además el producto está en el interior de cebos con base de celulosa, cerrados con dispositivos adecuados. Las cantidades de hexaflumurón utilizadas —remarca Andasur— son muy pequeñas y son instaladas solamente en lugares específicos por lo que no presenta ningún riesgo para el medio ambiente.

05 jun 2015 / 10:34 H.