Asignaturas pendientes que deben ser reivindicadas por la mujer
Los actos conmemorativos por la celebración del Día de la Mujer Trabajadora mantienen su razón de ser y su llama reivindicativa porque aún el camino de la igualdad no está patente en la sociedad española. Si bien es cierto que se ha avanzado en todos los estamentos sociales, todavía perduran situaciones en las que las mujeres son discriminadas.
La paulatina incorporación de la mujer a todos los ámbitos profesionales en las últimas décadas choca, por el contrario, con una diferenciación salarial que las actuales leyes no atajan. Los datos constatan que la tasa de paro femenina dobla la masculina y el salario bruto mensual de los hombres es un 37% mayor que el de las mujeres. Es manifiesta, por lo tanto, la desigualdad en el ámbito laboral. Ese hacerse visibles en campos vetados de la empresa, la cultura o el deporte ha requerido del esfuerzo de muchas mujeres anónimas que, en su día, decidieron romper estereotipos y moldes mentales, pese al rechazo que suscitaron en su entorno social. Ese reconocimiento es merecido y también es momento para congratularse del terreno ganado, pero sin olvidar las tareas pendientes. En este sentido, y cuando en Jaén se celebra el veinte aniversario del Instituto Andaluz de la Mujer, se debe recordar cómo la lacra de la violencia de sexo mancha el perfil de una sociedad moderna que todavía mantiene comportamientos enraizados en una manera de ver el mundo desde una óptica machista y posesiva. Un peligroso modelo de comportamiento que, pese a los esfuerzos educativos, pasa de padres a hijos. Un esfuerzo este en el que se requiere el trabajo compartido de todos los sectores sociales, incluidos, también, los propios medios de comunicación. Por tal motivo, estas jornadas y actos deben servir para celebrar los avances conseguidos pero, al mismo tiempo, subrayando las desigualdades que todavía se toleran.