Ascienden a 685 los muertos y 82 los desaparecidos por el tifón en Filipinas

Al menos 685 personas han fallecido este fin de semana como  consecuencia del paso del tifón 'Washi' por el norte de la isla de  Mindanao, donde ha afectado principalmente a las ciudades de Cagayan  de Oro y Iligan, según el último balance oficial ofrecido este lunes  por el Consejo Nacional de Gestión de Desastres y Reducción del  Riesgos.

    19 dic 2011 / 17:33 H.

    Según este organismo oficial, en la región de Mindanao Norte, la  más afectada, se han producido un total de 580 muertos, de los que 84  aún no han sido identificados o reclamados por sus familiares. Así  las cosas, las autoridades continúan la búsqueda de nuevas víctimas,  si bien la cifra de desaparecidos ha caído a 82, de los 260  anteriores. En la ciudad de Cagayan de Oro, a donde está previsto que se  desplace este martes el presidente del país, Benigno Aquino, hay más  de 30.400 personas alojadas en los 19 centros de evacuación que se  han creado, mientras que en Iligan, 9.640 personas que han tenido que  abandonar sus hogares se encuentran en quince centros de acogida. Así las cosas, el Consejo Nacional de Gestión de Desastres y  varios gobiernos locales están contemplando la posibilidad de  enterrar a las víctimas en fosas comunes, ya que los cuerpos en  composición podrían suponer un riesgo para los supervivientes,  informa la cadena ABS-CBN. Los servicios funerarios están teniendo problemas para acomodar el  gran número de cadáveres que les llegan e incluso está habiendo falta  de bolsas para cadáveres, lo que ha obligado a algunos ciudadanos a  cubrir los cuerpos con sacos y sábanas. El Ayuntamiento de Cagayan de Oro ha distribuido materiales como  maderas y clavos para que los residentes que tengan familiares  muertos puedan construir sus propios ataúdes, mientras que el  ministro de Sanidad, Enrique Ona, ha sugerido la opción de dejar a  los muertos en congeladores mientras organizan entierros en fosas  comunes pero con los cadáveres bien identificados de cara al futuro. En el caso de Iligan, las autoridades han anunciado que enterrarán  hoy a 80 personas en el cementerio local, pero lo harán en tumbas  particulares. "Definitivamente, no vamos a enterrarlos en fosas  comunes, esto no está autorizado", ha indicado a Reuters un  responsable sanitario local, Levi Villarin. Por otra parte, las labores de rescate se están viendo  obstaculizadas por el hecho de que numerosas carreteras y puentes han  quedado impracticables. Según el Gobierno, unas 143.000 personas se  han visto afectadas por los corrimientos de tierra e inundaciones  provocados por el tifón.
    El presidente Aquino, que tiene previsto visitar este martes  Cagayan de Oro e Iligan, ha ordenado que se revise la respuesta del  Gobierno a los desastres, debido al alto número de víctimas mortales  que ha dejado la tragedia, que ha superado las 464 muertes que dejó  otra tormenta tropical a su paso por Luzón, la isla principal, y que  dejó prácticamente inundada Manila en 2009. Aquino ha destacado la necesidad de que el país cuente con un  sistema meteorológico más preciso con el fin de que las zonas  afectadas por el paso de un tifón tengan más tiempo para prepararse.  "Deberíamos elaborar un sistema de alerta mejor en las unidades de  gobierno locales con el fin de mitigar el desastre", ha declarado a  la emisora dzMM. Según el director del Consejo de Gestión de Desastres, general  Benito Ramos, el tifón fue inesperado. "Esto no es algo que nos  esperáramos" ya que "el norte de Mindanao nunca había sido alcanzado  por una tormenta, así que las autoridades locales no estaban  preparadas", ha explicado a la agencia de noticias de la ONU, IRIN.  "Todo el mundo estaba durmiendo cuando se produjeron las inundaciones  antes del amanecer así que se produjo el caos en medio de la  oscuridad", ha lamentado.