Asalto al cable de la muerte en Los Olivares

Es un asalto a la desesperada. Los ladrones van a por el cable de la muerte, pese a que pueden perecer en el intento. Un centro de transformación del Polígono de Los Olivares está reventado. Una de las fuertes ventanas que sirven como respiradero para los cables y la maquinaria está en el suelo totalmente deformada por el efecto de una palanca, que se utilizó para arrancarla. Una vez abierta, mangueras por todos lados entre señales que advierten que no se toquen porque existe peligro de muerte. Alrededor del Centro de Transformación 101910, que se encuentra en la calle Albanchez de Mágina —en los viales que unen Los Olivares con el Bulevar —hay montañas de plástico de cable. Si se miran bien, está vacío.

20 sep 2014 / 08:45 H.


Los ladrones del cobre se han entretenido en sacar el metal y dejar el plástico. Da la sensación de que el cable pueda haber salido de la subestación que se intentó desvalijar. Sin embargo, meter la mano ahí da mucho miedo. Si era de allí, estaría suelto porque el entramado eléctrico resulta bastante complejo como para manipularlo sin conocimientos, sobre todo, porque cualquier error resulta mortal. No obstante, tampoco se descarta que pueda proceder de algunos circuitos de baja tensión del centro de transformación porque están justo a su lado. A los ladrones no les importa jugarse la vida con tal de coger el cobre.
Los empresarios del polígono han sido los que han dado la voz de alarma. Uno de ellos explica a Diario JAÉN que avisó a la Policía Nacional y a Endesa, simplemente, por el peligro que entraña que el centro de transformación esté abierto. “Me da miedo porque es una zona en la que, por las noches, hay chavales jóvenes. Si alguno toca ahí, puede costarle la vida”, afirma uno de los emprendedores. No hay duda de que estas parcelas se han convertido en una zona desagradable y hasta peligrosa. Allí una mujer cayó a una alcantarilla que estaba sin tapa —también se había robado para conseguir algunos euros—. Si se circula en coche, la calzada está llena de cristales y de piezas metálicas que amenazan los neumáticos. Asimismo, el pasto y la basura le dan el aspecto de un lejío. Allí está el Centro de Transformación 101910 abierto tras destrozar su ventana. Los carteles lo avisan: “Alta tensión. Peligro de muerte”. Se ve entre zapatos viejos, una funda de colchón abandonada, latas, cristales y grafitis de pintores que nunca serán artistas.