Artesanías que están en peligro de extinción

Afilador, zapatero, herrero, joyero, alfarero o sastre son algunos oficios que ya forman parte de la historia porque se encuentran en peligro de extinción, tal y como si fueran raras especies de la naturaleza. Jaén puede presumir de contar todavía con algún que otro artesano que, a pesar de que se ha modernizado a su manera, sigue trabajando como antaño. Y es que esa parece ser la filosofía en un mundo que cambia a una velocidad vertiginosa: adaptarse o morir. Y, aunque a veces no es fácil el cambio, es preferible.

    30 ene 2011 / 10:49 H.

    Aún así, en la actualidad, ya quedan solo algunos testimonios de estos oficios artesanos. Este valor parece ser también su cruz. La rentabilidad o el cambio de modas son sus mayores lacras. Cuando la tecnología y las máquinas sustituyen al humano, producir sale más barato, por lo que su precio de venta también disminuye. Y, en cuestiones de mercado, los números cuentan. Este es el principio del fin de muchas de esta profesiones. Otra de sus características es también la transmisión generacional del conocimiento. Padres que enseñan a sus hijos desde muy pequeños un oficio. Un legado que se está perdiendo. En la mayoría de los testimonios de jiennenses que hablan en este reportaje se ve claro cómo las tres generaciones de herreros villanovenses no tendrán continuidad o dos de silleros alcalaínos. Aquí, las nuevas técnicas y modas hacen casi desparecer dos oficios ancestrales.
    Andalucía auna buena parte de la producción artesanal en España con 142 oficios reconocidos y más de 23.000 personas ocupadas en este sector, en las más de 15.000 empresas y profesionales existentes. Como demuestran estos datos, este sector tiene un fuerte potencial generador de empleo y creación de empresas, pero además es una representación viva de los valores etnográficos y de la identidad cultural de los territorios, que supone un importante atractivo turístico. “Por ello resulta de vital importancia impulsar la recuperación de este sector, y frenar la fuerte tendencia a la desaparición de algunos oficios artesanales de carácter tradicional”, señala la Fundación Andaatura. Roape (Recuperación de oficios artesanos en peligro de extinción) es un proyecto de cooperación con Marruecos que tiene por objetivo poner en valor los oficios artesanos tradicionales de ambas orillas y evitar su desaparición, como vía de conservación del patrimonio cultural y etnográfico y de creación de empleo y riqueza. Se desarrolla en todo el territorio andaluz  y en las regiones de Tánger—Tetuán, Taza—Alhoceima—Taounate y región oriental de Marruecos, aunque busca el beneficio directo del sector artesano y etnográfico de las áreas de influencia socioeconómica de los espacios naturales de ambos territorios. El proyecto, que finalizará en junio, está promovido por la Fundación Andanatura junto con las Consejerías de Medio Ambiente y de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Turismo y Artesanía de Marruecos y cofinanciado en un 75% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de la Unión Europea.
    De esta forma, evitar que desaparezcan estos oficios artesanales que son parte de la cultura de esta tierra es una lucha viva, eso sí, quizá sea ante gigantes, ya que no es fácil competir con la rentabilidad de los manufacturados y los cambios de la sociedad de consumo, en la que los bienes son caducos en el mismo momento que se pagan.  Pepi Galera