Arte que hace humano lo divino

Pepi Galera
Cuando el arte se funde con lo religioso, nace la imaginería. Esculturas que surgieron con una finalidad catequética y que se han convertido en gran parte de la Historia del Arte. Jaén ha dado grandes figuras en esta especialidad artística, como el alcalaíno Martínez Montañés, principal exponente de la escuela andaluza.

    27 mar 2011 / 09:32 H.

    También, imagineros que no nacieron aquí, pasaron largas temporadas desarrollando su trabajo en esta tierra, como fue Sebastián de Solis, José de Medina y, más recientemente, Francisco Palma Burgos, un malagueño que grabó con oro su nombre en la Semana Santa ubetense, entre otros.
    Hoy en día, decenas de jiennenses recogen el legado que estos maestros dejaron tallado en numerosas imágenes religiosas. Y ponen todo su empeño y arte en “dar vida” a la madera y hacer de lo divino, humano. Escultores, tallistas y pintores tan diversos en estilos, forma de trabajo, ubicación y currículum que es difícil englobarlos. Muchos de ellos, ni siquiera tienen en la imaginería su forma de vida, pero sí su gran pasión. Los hay desde quienes han hecho algún que otro grupo escultórico, miniaturas y réplicas hasta quienes tienen un centenar de imágenes procesionando por toda España. Eso sí, sin sumar ni restar méritos a unos y otros, porque el arte y, en concreto, la imaginería no se mide en cantidades, sino en sentimientos que despierta entre los fieles. También están los que trabajan en Jaén o decidieron, en su momento, establecer sus talleres fuera de la provincia. Aquí se presentan algunos de ellos, con tan solo una pincelada de sus trayectorias. Otra importante vertiente de esta profesión está en la restauración de imágenes, trabajo que no siempre es su mayor desvelo, pero que les aporta mucho “rodaje”. 
    Uno de los “handicaps” de estos artistas es que parroquias y cofradías buscan fuera de los límites  provinciales a otros imagineros, sobre todo, en Sevilla, Córdoba y Granada, para encargar sus trabajos, todo, por el renombre o prestigio que se le supone por su tradición imaginera. Sí, hay más talleres e imagineros, desde jóvenes estudiantes de arte a experimentados escultores. Pero también hay que mirar hacia los artistas autóctonos, hay bastantes y muy buenos.