Arranca la carrera más competitiva
Como la Ley manda, la campaña electoral arrancó a medianoche y lo hizo con la presión del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre el cogote de los principales partidos políticos. La ilusión es una sensación compartida por todos los candidatos, pero la proyección en la provincia de los resultados que vaticinan los estadistas del Estado para el próximo 20-D introducen un elemento de tensión que puede magnificar la competitividad de una carrera por el poder que se espera especialmente intensa.
Hay mucho en juego, coinciden unos y otros. Pero, además, el “sota, caballo y rey” que ha sido tradición en esta provincia podría verse alterado. Para el PP, “peligran” la recuperación económica del país, ya iniciada, y su unidad como nación; para el PSOE, ya es hora de poner fin a cuatro años de recortes y de pérdida de derechos. Para fuerzas emergentes, como Ciudadanos (C’s) y Podemos, o IU, en el proceso de convergencia con el que afronta esta cita electoral con la candidatura de Unidad Popular, es el momento del “cambio”. Pero la partida no se anuncia fácil. Para los que se autodenominan “nuevos”, la pérdida de población que, desde 2011, ha registrado la provincia juega en contra. El descenso demográfico ha dejado a Jaén con un escaño menos al Congreso de los Diputados. A esto hay que añadir el fuerte arraigo que tiene el bipartidismo en la provincia, como demostraron los resultados de las elecciones autonómicas del pasado 22 de marzo. Sin embargo, en vez de ver el vaso medio vacío, las candidatas de C’s e IU-Unidad Popular, Raquel Morales y Ana Manuela Jiménez, respectivamente, prefieren verlo medio lleno.
“Al existir nuevos partidos y a habernos juntado en una coalición de unidad popular, el voto puede quedar más repartido. La derecha en este país necesariamente tiene que perder”, señaló Jiménez. Por su parte, la cabeza de lista de C’s a la Cámara Baja destacó las “muchas expectativas” que tiene la formación. “Hemos llegado a un momento de colapso del bipartidismo”, indicó Morales a este periódico en días pasados. En su opinión: “Ya no queremos que nos separen, sino que nos unan”. Y sentenció: “Eso es C’s”. La número 1 de la formación de Albert Rivera en Jaén vinculó esas “expectativas” a la esperanza de “cambio” que dice palpar en la calle desde hace meses. Pero, además, están reflejadas en un barómetro del CIS que mete presión al partido que ha hecho de esta provincia su feudo. En un escenario fundamentalmente desfavorable a los intereses del PP, por el desgaste que supone la acción de gobierno, máxime en tiempos de vacas flacas y bajo las directrices políticas de la austeridad y la contención del gasto, la proyección de la encuesta del CIS le vaticina la pérdida de un escaño, con lo que se quedaría con 2, uno menos que en 2011. Pero el PSOE tampoco las tiene todas consigo. Llega a esta tercera cita con las urnas en Andalucía con la autoestima por las nubes. Se la han elevado los resultados de los comicios autonómicos y municipales. Sin embargo, según esa proyección del barómetro del CIS para España, el escaño que se tambalea en la provincia a favor del imparable partido de Albert Iglesias no es a costa del PP, como cabría esperar, sino del partido del puño y la rosa, que se mueve entre 2 y 3, en consonancia con la tendencia de la formación en el resto del país. Aunque el PSOE se mantendría en una segunda posición por detrás del PP, obtendría peores resultados que en 2011 y está a escasa distancia de C’s.