Archivado el proceso contra Morillo por prevaricación
Urbanizaciones Unidas de La Guardia (UUG) denunció, en 2012, al alcalde de este municipio, el popular, Juan Morillo. No es la primera vez que esta fuerza independiente recurre a la Justicia para poner en entredicho la gestión de este político. Esta fuerza vio un posible delito en el cobro de 540.000 euros, en concepto de préstamo o anticipo, que el máximo responsable municipal solicitó en 2010, a la empresa concesionaria del agua. Morillo siempre defendió que, con esta decisión, solo pretendía tener liquidez en la caja de la Administración local. De esta forma, aclaró, se pudieron generar jornales y acometer proyectos en el municipio, como equipamientos deportivos. La Audiencia Provincial de Jaén le da la razón al alcalde, al entender que no hay delito alguno.
El auto dictado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Jaén relataba que, el regidor aceptó 540.000 euros de Aqualia, empresa suministradora del servicio de agua, en concepto de adelanto. En el escrito del juez Fernando Moral se considera que el alcalde "obvió las formalidades necesarias para su aprobación". Ello, en opinión del magistrado, podía constituir un delito de prevaricación. No lo entiende así el máximo órgano de la Justicia en la provincia. "Es posible que el acuerdo firmado por el alcalde imputado y la empresa Aqualia sea nulo, al no haber sido firmado por el pleno del Ayuntamiento, pero según los informes que están unidos a las actuaciones, esta posible ilegalidad no es evidente, patente, flagrante y clamorosa", reza el dictamen de la Sección Segunda de la Audiencia, presidida por Pío Aguirre Zamorano, con los magistrados Jesús María Passolas Morales y Saturnino Regidor Martínez.
El dictamen se basa en los informes del secretario del Ayuntamiento, el director de Asistencia Financiera a los Municipios y el Interventor Municipal para razonar su decisión. De esta forma, se estima el recurso de apelación interpuesto por la defensa de Juan Morillo contra el auto del 29 de abril que, a su vez, ratificaba el emitido el 14 de marzo de este año. Esto conmina al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Jaén a acordar el sobreseimiento de las acciones emprendidas.
Cuando se fundamentó la decisión, en primera instancia, el juez aseguró que las diligencias que habían sido practicadas, a raíz de la denuncia del partido de la oposición guardeña, evidenciaban que existían motivos suficientes para atribuir la perpetración del supuesto delito a Juan Morillo, lo que motivaba su imputación. El anuncio de la apertura de esta causa motivó una tormenta política en este municipio, con duras críticas. La Fiscalía llegó a elevar un escrito al instructor de la causa en el que recomendaba 7 años de inhabilitación y la apertura de un juicio oral para, posteriormente, trasladar la causa a un Juzgado de lo Penal. El Ministerio Público llegó a decir: "Sabía perfectamente que carecía de competencia para realizar esta operación mercantil y que obra al margen de procedimiento legalmente establecido". En todo momento, el máximo responsable municipal se mostró tranquilo, convencido de que solo aprovechaba una de las mejoras que le ofrecía la nueva concesionaria del servicio de agua. Recibió el respaldo de sus compañeros del PP, que cerraron filas en torno a su gestión y le apoyaron.
Juan Morillo, el alcalde de La Guardia, estaba, ayer, al conocer el archivo de las acciones judiciales en su contra, entre aliviado e indignado. El primer sentimiento es obvio, la Justicia ratifica su gestión. El segundo responde a la presión que asegura haber sufrido a raíz de la denuncia. “Me han hecho mucho daño, a mí, a mi familia, al partido”, lamenta. El regidor, que gobierna con un amplio apoyo vecinal, traducido en una mayoría absoluta, critica a la oposición por su forma de obrar. “Pidieron mi dimisión, sin que ni siquiera se hubiera celebrado el juicio”, recuerda, para añadir: “Llegaron a pedirme que me fuera del Ayuntamiento, al no estar legitimado para gobernar el municipio”.
Juan Morillo espera que aquellos que presentaron cargos contra él reflexionen sobre el modo que tienen de hacer política. “He estado siempre confiado, sabía que no había hecho nada, que no había delito”, zanja.