Archivado el caso de las obras falsas de Tàpies

El caso de las obras falsas del pintor Antoni Tàpies ya está archivado. Una causa que se abrió en septiembre de 2012 cuando un coleccionista catalán denunció que había adquirido en Jaén un cuadro y tres firmas autógrafas atribuidas al genial artista catalán, pero que resultaron ser un fraude. El Juzgado de Instrucción número 3 ha archivado el procedimiento al entender que no hay pruebas suficientes para poder poner en pie una acusación por estafa, tal y como confirman fuentes judiciales. Nadie recurrió la decisión del juez.

    04 jun 2015 / 10:52 H.

    Los hechos se remontan a principios del verano del año 2012, apenas unos meses después del fallecimiento de uno de los pintores y escultores más apreciados del siglo XX. Fue entonces cuando un vecino de Barcelona contactó, a través de una página web especializada en compra y venta de artículos artísticos, con un jiennense que había insertado un anuncio en el que ofrecía una obra de Antoni Tàpies. Tras varias conversaciones, realizadas siempre a través del correo electrónico, alcanzaron un acuerdo. El ciudadano catalán decidió comprar el cuadro por una importante cantidad de dinero. Para ello, se trasladó hasta Jaén, donde el vendedor le garantizó la autenticidad de la obra. Es más, para reforzar esta afirmación, le mostró tres firmas autógrafas, también atribuidas al genial artista catalán y que supuestamente le había entregado con la pintura en cuestión. Finalmente, cerraron el trato.
    En septiembre del año 2012, el comprador decidió llevar el cuadro hasta la Comisión Tàpies, un organismo autónomo ubicado en Barcelona y que tiene como función acreditar obras de arte atribuidas a Antoni Tàpies y expedir los correspondientes certificados de autenticidad. Los expertos de esta institución dictaminaron que el cuadro en cuestión era falso, así como las tres firmas que también fueron adquiridas por el vecino de Barcelona. El comprador se sintió engañado y denunció los hechos ante los Mossos d’Esquadra. El Juzgado de Instrucción número 21 de Barcelona se inhibió en favor del Juzgado de guardia de Jaén —cuando se presentó la denuncia estaba el número 3—, al considerar que los supuestos hechos delictivos se cometieron en la capital jiennense. Y es que toda la puesta en escena de la operación de compraventa se realizó en Jaén y fue aquí donde se llevó a cabo la entrega del falso cuadro de Tàpies.
    Sin embargo, el juez ha sobreseído la causa por no estar acreditados los hechos denunciados. El argumento que utiliza su señoría es que no está demostrado que hubiera ánimo de lucro con la transacción de la obra, un requisito indispensable del delito de estafa. El procedimiento, por lo tanto, fue archivado y nadie recurrió la decisión.