ARACELI DOMINGO PIDAL. "Jamás olvidaré a la gente de Jaén y la experiencia vivida"

JUANA PASTOR
Nace en Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, el 5 de junio de 1987. Recuerda sus años de infancia como los mejores  de su vida. Es la menor de 5 hermanos y siempre ha estado muy unida a sus padres y hermanos; ellos mejor que nadie, según dice, sabrían describirle todos  y cada uno de los momentos vividos en un entorno especialmente familiar.

    18 dic 2011 / 11:08 H.

    —¿Cómo recuerda esa etapa?
    —Con tan solo 4 años nos llevaron a conocer nuestro pueblo, una isla pequeña situada en el hemisferio Sur llamada Annobón, porque vivíamos en la capital del país, Malabo, y no teníamos idea de nuestros orígenes. Allí, en el pueblo, estuvimos durante tres años y aprendimos muchas cosas, entre ellas, nuestra lengua materna, el “fadambo” (el annobonés). Y también las costumbres y cultura annobonesa. Asimismo, forjábamos la formación básica familiar, la educación primordial que es el comportamiento y las cualidades que debe poseer una persona. A mi familia le debo estas características que poseo y que me distinguen de los demás. Le debo la vida a mis padres, Eloy Domingo Castaño y Leonor Pidal Huesca, que comparto con mis cuatro hermanos, Eloísa, Anacleto, Hacho y Silvia, que ya no se encuentra entre nosotros.
    —¿Dónde cursó sus primeros estudios?
    —En Annobón, durante los tres años de estancia allí. Comencé el parvulario junto con mi queridísima Silvia, a quien estaba muy unida. Transcurridos los tres años, regresamos a Malabo, donde continuamos los estudios primarios en los colegios San Antonio María Claret de Malabo y María Inmaculada de Batete, internado de las Salesianas.
    —¿Dónde cursó los estudios superiores?
    —En la ciudad de Malabo, la secundaria y el Bachillerato en el centro religioso “E Waiso Ipola”, que quiere decir “Mujer levántate”. En 2006, finalizo mis estudios de Bachillerato y apruebo la “madurez”, selectividad en España, ingresando así en la Universidad Nacional Guinea Ecuatorial (UNGE), concretamente en la Escuela Universitaria de Administración en la Diplomatura de Gestión y Administración de Pequeñas y Medianas Empresas. Terminé la misma en el 2009. A principios de 2010, comencé a hacer las prácticas de empresa y, al mismo tiempo, empecé también el proyecto de fin de carrera. En este momento se me presentó esta oportunidad que no podía desaprovechar. Porque era mi gran sueño tener una beca para seguir estudiando en alguna universidad extranjera.
    —¿Por qué elige la Universidad de Jaén?
    —Al principio, iba a estudiar a la Universidad de A Coruña para estar junto a mis padrinos, José Javier y Mercedes, los verdaderos promotores de mis estudios; a ellos les debo el estar aquí ahora mismo. La universidad de allí tardo mucho en darme una respuesta, así que opté por la de Jaén, que parecía ser muy acogedora porque en seguida me enviaron la carta de aceptación y no dudé en aceptar, aunque significaba estar lejos de mi familia de España. Además, era la universidad española con mayor número de estudiantes de mi país, llegué a la conclusión de que aquí me sentiría muy cómoda.
    —¿Estudiante Erasmus?
    —No, estudiante de Cooperación Internacional con Guinea Ecuatorial, llevada a cabo por la Fundación Universidad.es.
    —¿Qué tiempo ya en nuestra universidad?
    —Un año y 2 meses. Curso ya segundo del grado en Estadística y Empresa.
    —¿Cuál es su balance?
    —He podido constatar en este año que la Universidad de Jaén es una institución moderna, que está en continuo proceso de actualización, que invierte en investigación y desarrollo. Se trata de una universidad innovadora y eso la hace competitiva, con mucho futuro por delante.
    —¿Cómo valora su estancia en España, y, más concretamente, en Jaén?
    —Es la primera y mejor experiencia de mi vida hasta ahora fuera de mi país y representa un aspecto muy positivo para mí, porque puedo seguir desarrollando mis conocimientos y he conocido a gente nueva, costumbres y culturas nuevas, la jiennense en particular. Son tantas las cosas y las personas que estoy conociendo y que voy a llevarme conmigo, que jamás se me olvidarán.
    —¿Ha encontrado la acogida que esperaba por parte de compañeros de carrera y de la residencia o piso?
    —Más de lo que me esperaba, he podido confirmar que es muy cierto lo que dicen, que los andaluces son personas muy acogedoras y cercanas. Empezando por mis compañeras de la residencia Virgen de la Capilla, que nada más llegar ya estaban recibiéndome en las escaleras de la casa y presentándome al resto de las compañeras.  Y lo mismo diría de mis compañeros de la Universidad, aunque con ellos me haya costado un poco más relacionarme, pero es que se respira un buen ambiente en mi clase y me encanta. Este curso nuevo estoy compartiendo piso con otras tres compañeras muy majas de la Universidad y la verdad es que nos está yendo muy bien.
    —¿Por qué esta carrera?
    —A mi siempre me fascinó el mundo de las empresas y todo lo relacionado con él.  No quedaban plazas para Administración y Dirección de Empresas, así que elegí lo más parecido a esta, solo que esta carrera tiene más de Estadística que de Administración de Empresas. Me pareció una gran oportunidad, ya que se trata de una carrera nueva en la Universidad de Jaén y nosotros la estrenaríamos como primera promoción. Esta es de las pocas universidades de toda España que incorporó este grado el año pasado, representando una ventaja para  nosotros a la hora de entrar en el mercado laboral.
    —¿Cuál es su programa de trabajo?
    —En las mañanas asisto a las clases en la Universidad y aprovecho las tardes, de 5 a 9, y de 10 a 12, para estudiar y repasar. Normalmente, estudio en casa con el apoyo de mis libros de clase o de los que cojo prestados en la biblioteca de la Universidad.
    —¿Sus proyectos de futuro?
    —Por lo pronto, tengo en mente acabar el grado de Estadística y Empresa. Una vez finalizado, regresaré a mi país a trabajar. Y siempre que sea posible, seguiría en constante proceso de formación para superarme cada vez más, para así actualizarme y poder adaptarme a los nuevos cambios que se dieran en el entorno.
    —Ante la proximidad de la Navidad, ¿qué significan para usted estas fechas?
    —Son unas fechas muy importantes. Siempre me ha hecho mucha ilusión el que lleguen y poder compartirlas en familia. Y aquí también disfruto con mi familia española, José Javier, Mercedes, sus hijos y nietas de Vigo.
    —¿Qué celebración o actos destacaría?
    —La misa del Gallo es preciosa, seguida de la cena de Nochebuena y Nochevieja, la misa del día 25, el Nacimiento y la Misa de Reyes.
    —Los días previos a la Navidad en España ya los conoce. ¿Es muy diferente a todo lo que en su país se celebra?
    —La verdad es que es como en todos los países, son días de muchas compras en la casa y la gente llega a gastarse muchísimo dinero. Son momentos para estrenar vestidos y zapatos nuevos en las cenas y fiestas, trenzas nuevas por parte de las mujeres. Hay mucho consumo, como en todas partes.
    —¿La ausencia en Jaén de sus seres más queridos se ha visto compensada con la gente que se ha encontrado en Jaén?
    —Sin la amistad de la buena gente que he encontrado, mi estancia aquí habría sido hasta ahora muy triste. Y seguro estaría deseando regresar enseguida a mi casa. Me han hecho sentir por momentos como en casa.