¿Apropiación indebida o préstamo?

Blanca María M. D., una vecina de Toledo, se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia acusada de apoderarse de parte del dinero que recibieron sus tres sobrinos —de los que era tutora— al quedarse huérfanos.

18 dic 2014 / 09:41 H.

Ella admite que cogió más de 27.000 euros de una cuenta de la que era cotitular, pero que fue una operación totalmente consentida por sus familiares: “Ellos accedieron a prestarle el dinero a mi hija para pagar las deudas que había contraído en un pub que regentaba”, aseguró. Sin embargo, los tres sobrinos coincidieron en que nunca dejaron cantidad alguna a su tía o a su prima: “Ni siquiera sabíamos que teníamos ese dinero”, llegó a asegurar la mayor de los tres hermanos. Los magistrados de la Sección Tercera tendrán que decidir si fue una apropiación indebida o un préstamo sin devolver, es decir, la diferencia entre un delito penado con prisión o un pleito meramente civil.

Los hechos se remontan a junio de 2007, cuando la procesada firmó tres transferencias el mismo día por las que envió 27.300 euros de la cuenta que compartía con sus sobrinos a otra libreta de la que era titular su yerno. El dinero era parte de la indemnización recibida por los tres hermanos por el fallecimiento de su padre en un accidente de tráfico —la madre había muerto años antes debido a una enfermedad—.

Al quedar huérfanos, su tía y ahora acusada, Blanca María M. D., fue nombrada su tutora judicial, ya que los chicos eran menores de edad. La familia se trasladó de Jaén a Toledo. En 2009, cuando todos los hermanos alcanzaron los 18 años, regresaron a Jaén y recuperaron el control de sus cuentas: “Entonces descubrimos que había movimientos bancarios irregulares de los que no teníamos conocimiento”, declaró la mayor de los tres sobrinos, un testimonio que fue ratificado por sus hermanos. En 2012, y tras varios intentos fallidos para recuperar el dinero, interpusieron la querella contra su tía.

Por su parte, Blanca María M. D. alegó que sus sobrinos autorizaron las transferencias como un préstamo a su prima. “Mi hija no se lo pudo devolver por su situación económica y porque a ella la engañaron al traspasar el negocio”, sostuvo. Un testimonio que corroboró, igualmente, la destinataria final de los 27.000 euros: “Me entregaron talones sin fondo y no pude pagarles a mis primos. Lo que sí tengo claro que es ellos me dieron permiso para coger ese dinero”, matizó.
La Fiscalía mantuvo su petición de tres años de cárcel para Blanca María M. D. como presunta autora de un delito de apropiación indebida. La defensa de la abogada sostiene que no hay delito, que se trata de una mera cuestión civil y que, por lo tanto, la única sentencia posible debe ser la absolución. El juicio quedó visto para sentencia.