Aprender a identificar el oro verde
Pese a tratarse de un producto muy apreciado en nuestras cocinas y preferido frente a otras grasas vegetales, todavía existe un cierto desconocimiento sobre el aceite de oliva y su tipología, según constata un estudio realizado por las federaciones andaluzas de consumidores y usuarios, en el marco del convenio de colaboración suscrito con la Consejería.

No obstante, y según esta encuesta, todas las personas evaluadas coinciden en identificar de forma correcta la superior calidad del aceite de oliva virgen extra, decantándose por esta categoría a la hora de cocinar o consumir en crudo. Otro dato de interés es que a la hora de la compra prevalece la Denominación de Origen frente a la marca comercial.
Según la encuesta realizada por Al-Ándalus, Facua-Andalucía y UCA-UCE, sobre un público “objetivo” o red de evaluadores de 320 personas, son las mujeres y hombres de entre 35 y 55 años los que denotan un mayor grado de conocimiento sobre el aceite de oliva. No obstante, se apunta al interés de más formación e información, especialmente en lo que respecta a sus categorías, cualidades, características intrínsecas o distintivos y sellos de calidad. En ese sentido, el informe señala la conveniencia de articular campañas informativas orientadas, fundamentalmente, hacia una compra inteligente y responsable.
Por otra parte, si bien la mayoría de los encuestados consideran que el aceite de orujo es el de menor calidad, muchos no lo incluyen dentro de las categorías de aceite de oliva que se comercializan.
La calidad como factor de compra
Por lo que respecta a los factores determinantes en la decisión de compra de aceite de oliva, la mitad de los entrevistados, y mayoritariamente las mujeres, sector de la población con un marcado peso en la gestión de la cesta de la compra, priorizan la categoría del producto frente a su precio. Este dato se vincula a otro resultado según el cual la mayoría de los evaluadores eligen cocinar con aceite de oliva virgen extra y virgen y sólo un 7% reconoce utilizar en las comidas otros tipos de aceites. Por lo que respecta al consumo en crudo, se repite la tendencia de optar por las categorías superiores, con preferencia por el aceite de oliva virgen extra.
Teniendo en cuenta la relación calidad-precio, la mayoría de los encuestados (50%) considera caro el aceite de oliva, seguido de un 29% que lo considera normal, un 15% que cree que es muy caro, un 4%, barato, y un 2% que no sabe o no contesta a esta cuestión
En relación a la confianza que el consumidor deposita en las Denominaciones de Origen por encima de las marcas comerciales, cabe reseñar que, de acuerdo con los resultados de esta encuesta, existe un grado de conocimiento aceptable sobre la información que aportan las denominaciones de origen sobre la procedencia del producto y su calidad.
Entre las cuestiones sobre las que los entrevistados denotan un mayor grado de conocimiento destacan los envases que mejor contribuyen a la conservación del aceite, correspondiendo los mayores porcentajes a las opciones correctas, como son envases de cristal y opacos. Otro aspecto en el que los encuestados revelan estar más informados es sobre el significado de los distintivos de calidad. Así, más de la mitad (56%) entiende que con ellos se avala la calidad del producto por parte de una entidad certificadora.
Otro dato reseñable es que la mayoría de los sondeados coinciden en considerar insuficiente el grado de compensación que recibe el agricultor en relación al precio del producto final.
A tenor de todos estos datos, desde la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía se contempla la posibilidad de estudiar posibles acciones dirigidas a seguir mejorando el conocimiento por parte de los consumidores sobre el aceite de oliva.