Apoyo de Europa a la Justicia española en el cerco a los terroristas
Los sucesivos recursos ante los tribunales de los aliados de los terroristas han dado lugar a que pasen casi ocho años, pero al final se ha cerrado la puerta a las ilegítimas aspiraciones de Batasuna. Estrasburgo otorga de esta forma un doble espaldarazo, legal y moral, a la decisión de la Justicia española que retiró de la vida política a los aliados de la banda de asesinos.
La satisfacción ayer era generalizada en todos los partidos democráticos y bien nacidos de este país, por el aval de legitimación a las decisiones de los tribunales Supremo y Constitucional sobre este asunto. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, se mostró pletórico y aseguró que los demócratas “han ganado el gran debate de la legitimidad”, con el añadido de que la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos se tomó por unanimidad de todos sus miembros. La Ley de Partidos Políticos, que abrió el camino para impedir el acceso a las urnas a una decena de formaciones sucedáneas de la ilegalizada allá por el año 2003 recibe, asimismo, un importante espaldarazo. No es de recibo, ni tiene justificación alguna, que desde instituciones públicas se apoye a los asesinos de manera clara y notoria, con total impunidad, como venía ocurriendo hasta ese momento. La expulsión de Batasuna del escenario político vasco abrió la puerta para eliminar a otras agrupaciones sucedáneas, distintos perros, pero con el mismo collar.
Es el momento de recordar hasta la saciedad, de insistir sin el menor resquicio de cansancio, que los que apoyan a los violentos son lo mismo que ellos y, por tanto, no tienen cabida en el espacio de una sociedad de ciudadanos libres en la que se respetan los derechos constitucionales. Una obviedad, que en País Vasco todavía está muy lejos de ser realidad. Pero el camino es el correcto y los pasos, con el nuevo Gobierno salido de las urnas, van en esa dirección.