Aparece un cadáver con signos de violencia
Irene Bueno/Jaén
El fuerte hedor alertó a unos trabajadores de que algo en descomposición había entre la maleza, justo al lado del arcén del Camino de las Cruces, próximo a la residencia canina. Fueron estos hombres los que dieron la alerta al 112, que no tardó en activar el operativo policial.
El fuerte hedor alertó a unos trabajadores de que algo en descomposición había entre la maleza, justo al lado del arcén del Camino de las Cruces, próximo a la residencia canina. Fueron estos hombres los que dieron la alerta al 112, que no tardó en activar el operativo policial.
Hombre de mediana edad y vecino de Jaén. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que el fallecido pertenece a una familia de Jaén, conocida como “Los Vizcaínos” y que sus apellidos responden a las siglas V. M. Estas mismas fuentes explican que el difunto cuenta con antecedentes policiales, por lo que no descartan que el motivo que condujo a este desenlace sea alguna pelea o encontronazo con personas con las que podía tener problemas.
El cuerpo se encontraba en la cuneta, en avanzado estado de descomposición y cubierto por la hierba seca. En un primer momento, la Policía no pudo aventurar el tiempo que podía llevar fallecido este hombre, ya que el entorno y el calor pudieron acelerar el proceso de descomposición. Aun así, sobre el terreno y antes de realizar la autopsia se barajaba que podía llevar en el lugar entre tres y cuatro días.
En un primer momento se personaron en el lugar de los hechos agentes de la Policía Judicial y de la Científica, que acordonaron la zona y rastrearon cada palmo del olivar próximo para conseguir todas las pruebas posibles que ayudaran a esclarecer el caso. Desde los primeros momentos del hallazgo, se sospechó de una muerte violenta, por lo que la juez que instruye el caso decretó el secreto sumarial y la Policía mantuvo un total hermetismo durante toda la jornada. Fue la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) la que asumió la investigación.
No obstante, según ha podido saber este periódico, los objetos personales de la víctima se encontraban muy desperdigados. Así, el cuerpo no portaba la documentación personal, lo que dificultó, aún más, su identificación en un primer momento, si bien, poco después los agentes localizaron la cartera con los objetos personales, así como las zapatillas y otros restos.
Igualmente, la manera en la que se encontraba el fallecido dio bastantes pistas a la Policía sobre lo que podía haber ocurrido. Así, según explican fuentes cercanas a la investigación, la cabeza estaba prácticamente destrozada. Todo apunta a que el arma utilizada para dar muerte a este jiennense pudo ser una piedra con la que el autor o los autores le golpearon en repetidas ocasiones. Los agentes que desarrollan la investigación no descartan que el autor o los autores de esta muerte sean personas del entorno de la víctima y consideran que pueden producirse las primeras detenciones en las próximas horas. De ser así, se daría por esclarecido el caso y por cerrada la investigación.
Desde primeras horas de la mañana circularon diferentes versiones sobre el hecho en cuestión. En un primer momento, según explicó el 112, las personas que llamaron para alertar de la presencia de un cadáver explicaron que parecía una mujer. Esta posibilidad se diluyó rápidamente para comenzar a tomar peso otra posibilidad, la de que fuera un inmigrante dada la proximidad del Centro de Acogida de Transeúntes y debido a que la piel del cuerpo se encontraba muy ennegrecida a consecuencia del proceso por el que había pasado.
Tampoco tuvo esta hipótesis demasiada consistencia y poco después se confirmaba que el difunto era de raza caucásica y, con toda probabilidad, español. Sin embargo, todavía le quedaba otro cabo por atar a la Policía y es que, a pesar de que el cuerpo presentaba signos de que la muerte se había producido hacía varios días, no constaba en la Comisaría Provincial de Policía ni en otros archivos de las Cuerpos de Seguridad denuncias por desapariciones tan recientes.
Posteriormente se produjo el hallazgo de la cartera con la documentación personal de la víctima y otros objetos de propiedad privada en el entorno en el que estaba el cadáver. Además, las pruebas posteriores que se le practicaron a este como son los análisis digitales llevaron a la confirmación definitiva.
vecinos. El lugar en el que se encontró el cuerpo está próximo a las naves que están en la recta final del Camino de las Cruces, en su confluencia con la Carretera de Granada. Se trata de una vía secundaria que es bastante frecuentada por los vecinos que acceden desde los polígonos industriales al barrio de Belén y San Roque. Además, en momentos como la Feria de San Lucas es un espacio muy habitual para dejar los vehículos.
En concreto, empleados de las naves próximas se sorprenden de que, según todos los indicios, el cuerpo llevara en el lugar entre tres y cuatro días cuando, el domingo, cuarenta y ocho horas antes, hubo partido de fútbol en el Estadio de la Victoria y son numerosos los aficionados que pasan por este acceso, tanto en la ida como en la vuelta. Estos mismos trabajadores aseguran que un compañero comentó ayer por la mañana que precisamente la tarde del lunes pasó por el lugar mientras daba un paseo y comentó con su acompañante el mal olor que había en el lugar pero no se percató de ningún otro detalle. Subrayan que hasta hace un tiempo esta zona presentaba algún que otro problema ya que un grupo de rumanos habían ocupado uno de los almacenes del butano próximos pero que desde que la Policía los desalojó no se había vuelto a ver ninguna otra circunstancia extraña o que llamara la atención. “Solo los inmigrantes que hay en el entorno del Centro de Transeúntes vienen, a veces a pedirnos palés de madera o cartones para hacer una lumbre”, apostillan.