19 oct 2015 / 17:24 H.
Estos días en la Feria de Jaén se ha hablado y mucho, de aceite de oliva. Corrillos y tertulias de agentes implicados, que retando a los elevados decibelios de la música de las casetas, departían sobre aspectos que tenían más que ver con mercados, posicionamiento de marca, ecología y cotizaciones, que con cuándo empezamos a recolectar, con que si la subvención vine o no a tiempo, del precio de los fitosanitarios, de las dificultades para encontrar un buen “cortaor”, etc. Por fin, he experimentado esa agradable sensación que produce el percibir que algo está cambiando a diferente. De entre todas esas conversaciones de las que he podido disfrutar, me quedo con la mantenida con un grupo de empresarios, que hace algún tiempo decidieron diversificar su capital, su riesgo y su actividad hacia el sector oleícola con la vocación de mirar al mercado y a partir de ahí construir su empresa. Pudimos compartir los sabios consejos que uno de los mayores expertos del mundo en la materia, Manuel Parras Rosa (@manuel_parras) nos regaló no hace demasiados meses, en una magnífica ponencia sobre los retos de la oleicultura y de lo que para él debían ser los ejes estratégicos a partir de los cuales construir las acciones que hicieran rentable y sostenible el sector en nuestra provincia. Se habló, recordando aquella clase magistral, de la importancia de una buena investigación de mercado, previa a la toma de decisiones sobre a qué país dirigirnos. De la significación de las embajadas de los países, las cuales a través de organismos como el ICEX, te pueden suministrar estudios muy fiables sobre mercado, sector, competidores, distribuidores, logística, etc. De la importancia de hacer uso de esos recursos disponibles, puesto que estos organismos pueden organizarte misiones comerciales y financiarte parte de los gastos en ferias. Debatían ilusionados, acerca de la importancia de producir tan sólo aquello que se pueda realmente vender y se concluía con que debemos de dejar de hablar de producto y que hemos de empezar a hablar de servicios, implementando el desarrollo de las TIC en el sector. En definitiva, música celestial entre tanto ruido.