Año mariano en el Rocío
Desde Jaén. Esta romería se está haciendo demasiado larga y “sobrecogedora”, las gaviotas no dicen ni pío, la “cosa” está que arde y cruzando el Quema (cuando el río suena), si te sientes hermano mayor y pones la oreja, a cada rato sentirás los cascos de los caballos pisando las arenas un poco movedizas, observando a lo lejos un gallardo jinete a su aire.
El objetivo de llegar a la casa de la hermandad popular en pleno Rocío debe llevarles al propósito de la enmienda, decir los pecados al pueblo y cumplir la penitencia, purificando la estancia, quemando todo lo podrido, pintando y decorando con higiene y austeridad, seleccionando los invitados y expulsando del paraíso a todos los que eterna y “sobradamente” han mangoneado. Se debe invitar a gestionar a la honesta savia nueva para poder recibir al Sin Pecado con la conciencia en paz. Aún nos queda un poco de esperanza (jugando a Aguirre, la cólera de Dios) y debemos encomendarnos a la Santamaría que siempre ha sido virgen en estos menesteres y “sobreentiende” que no se debe meter mano en la caja de todos, recogidos en los dolores de la Virgen en procesión toledana. Nuestro utópico objetivo debe ser alcanzar el paraíso (no fiscal) en estas tierras que se lo merecen, aunque solo sea por la cantidad de años que actúa el personal de palmeros, entre fandangos y quejíos. Si esto no se soluciona nos encontraremos en las próximas elecciones generales al Congreso convertido en una jaula de grillos (todos en minoría). España inmersa en una travesía del desierto hacia un reino de taifas y al fin una tragedia griega o un neorrealismo italiano (a elegir) por este orden… que en Europa nos tienen muchas ganas, ya que les ganamos en automovilismo, fútbol, tenis, motociclismo, baloncesto, exportación de cerebros. Bueno en casi todo lo que no intervienen los políticos. Para equilibrar la balanza por el Sur entre eles y oles, aparece en escena Susanita (la del ratón) como rival del ratoncito Pérez y en este virreinato del Rey Gaspar nos siguen alimentando a base de cuentos y el personal en su madurez dice: Hala ya, que estamos cansados de Don ERE que ERE, y la perenne venta del estado del bienestar entre subvenciones y 40 % de desempleo. León Felipe decía: “No me contéis más cuentos, que me sé todos los cuentos”.
Juan Afán Muñoz