ÁNGELES MARTÍNEZ: “El cante aún tiene mala fama”

Su afición al cante le viene desde la cuna. Era bien pequeñita ya entonaba coplas y sentía especial “devoción” por el arte flamenco. Ahora, pocos años después (tiene veinte años) y gracias a su lucha constante por aprender y formarse, Mariángeles Martínez Toledano, de Villanueva de la Reina, es toda una cantaora que cuenta con una brillante trayectoria plagada de reconocidos en los certámenes más prestigiosos, y de actuaciones. Actualmente estudia en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba. Entre clase y clase, escenarios y recitales no pierde oportunidad alguna, por eso acaba de emprender una gira con la que pretende conquistar, durante un mes, tierras americanas. Concretamente actúan con entradas agotadas, en teatros de San Diego, Tijuana, San Francisco y Houston, donde consigue sacar de su interior los sentimientos flamencos y la forma de enfrentarse a este arte tan apasionante.

15 nov 2015 / 09:27 H.

 



—Con solo veinte años, coge su maleta y emprende un viaje para conquistar con su arte tierras americanas. ¿No le da vértigo?
—Bueno... La verdad es que me siento con muchísimas ganas de todo. Es una experiencia inolvidable y espero que no sea la última vez, es impresionante poder traer a miles de kilómetros la música que más me gusta, el flamenco. Además, no voy sola. En las actuaciones estoy acompañada del excelente guitarrista de Andújar Mario Moraga, que es todo un experto en giras por EE UU.

—Se encuentra en plena gira por Houston, San Diego y San Francisco y, además, con entradas agotadas. ¿Hay mucha afición al flamenco en Estados Unidos?
—Sí, además cada día me sorprendo más. No solo por la cantidad de público que acude a las actuaciones, sino por la cantidad de gente interesada por este arte que aprende en escuelas. La gente valora mucho el flamenco y hay grandes artistas aquí.
 
—Quienes la han visto reconocen en usted una cantaora muy completa, capaz de dominar cualquier palo flamenco, ¿con cuál se siente especialmente cómoda?
—Me gusta cantar de todo y todos los palos del flamenco, pero con los que mejor me siento es con los cantes de mi tierra, por Levante.

—¿De dónde bebe su inspiración flamenca?
—A la cantaora con la que más me siento identificada no sabría ponerle nombre. He bebido de muchas fuentes desde que empecé a cantar, con seis años, y lo sigo haciendo. Siempre me han gustado mucho las hermanas de Utrera (Sevilla), Fernanda y Bernarda, y la Paquera de Jerez.
—Pese a su juventud, cuenta con una larga trayectoria. ¿Cuál es su próximo objetivo como artista?
—Mi objetivo como cantaora es dejar mi granito de arena en este mundo tan difícil de la música, aportar algo más.

—¿Tan complicado es?
—Sí. Es bastante difícil. Además, para mí, la mayor dificultad es luchar contra la mala reputación que siempre ha tenido el flamenco. Hay numerosas ocasiones en las que la gente aún se muestra reacia a este arte, el cante flamenco es la música de nuestra tierra, que además debemos llevar allá por donde vayamos.

—Con solo veinte años ha recibido multitud de premios. ¿Cuál de ellos le ha hecho especial ilusión?
—Es fruto de tantos años de trabajo. El que más ‘he sentido’ es el recibido por el Instituto Andaluz de la Juventud.