07 dic 2015 / 15:50 H.
Andrés Bódalo, miembro del SAT, encabeza las listas de Podemos por Jaén. La polémica que ha desatado este hecho tiene mucho sentido y es digna de que reflexionemos al respecto. ¿Por qué gente que dice ser y votar a la izquierda ha arremetido contra Andrés Bódalo? Primero por envidia, vamos a decirlo sin complejos. Pasar de jornalero a posible parlamentario es algo que ya les gustaría a muchos, por no decir a todos. Pero para eso, señores, hay que hacer méritos. Y a Bódalo le sobran los méritos. El hecho de haber sido detenido y multado reiteradamente, el hecho de estar imputado, pone de manifiesto que lleva años luchando por la gente que tiene poco o nada, algo no solo legítimo, sino necesario. Conozco a este hombre desde que llegué a estas tierras hace mucho tiempo. Lo he visto siempre en la calle, todas las causas universitarias, de trabajadores del campo, de desahuciados, de parados… son sus causas. Él no está imputado por haber robado en la administración pública, como oímos de otros políticos en la televisión todos los días. Se han utilizado argumentos de todo tipo. La gorra con la estrella es su seña de identidad, como la coleta de Iglesias. El puño en alto es una tradición que se remonta a los años 20 del siglo XX, a Alemania, cuando se empezó a levantar el puño izquierdo cerrado para manifestar la oposición a los nazis, que levantaban el brazo con la mano abierta. Desde entonces levantar el puño ha sido una muestra de antifascismo. Andrés Bódalo es lo que la hindú Gayatri Spivak llamó hace décadas subalterno cuando se hizo la pregunta decisiva: ¿Puede el subalterno hablar? Para contestar lo que todos sabemos, no, el subalterno no puede hablar mientras siga siendo subalterno porque no tiene voz en el enunciado del poder, porque es el oprimido, el que se mueve en los márgenes o directamente está fuera del sistema. Esta es la cuestión latente en esta polémica. No solo los ricos y poderosos odian al subalterno, otros subalternos que creen pertenecer al sistema, aunque solo sea en un imaginario inducido por ese mismo sistema, también lo rechazan sin saber que al hacerlo se están negando a sí mismos.