Andican es ejemplo de lucha contra el abandono de perros

Los abandonos de mascotas son frecuentes en la época estival. Familias que, al irse de vacaciones, no saben qué hacer con sus animales de compañía y terminan por dejarlos en la calle. Sin embargo, tomar esta vía nunca es la solución, puesto que hay otras alternativas para cuidar de las mascotas durante la ausencia de los dueños. Por ejemplo, las residencias caninas. En Martos, Andican cumple con esa función.

31 ago 2015 / 09:48 H.


Numerosos coches hacen un alto en el camino y se desvían hacia la izquierda en la Carretera de Los Villares. Lo hacen justo donde hay cartel negro y rojo con la silueta de un pastor alemán y la leyenda “Andican” (en mayúscula) escrita bien grande. Se trata de la escuela canina de adiestramiento que hay en el municipio marteño, un centro que comenzó su andadura hace ya tiempo y que todavía sigue creciendo.
Antonio Rodríguez, director de la escuela, no es un novato en el mundo del perro. Tras muchos años tratando con “el gran amigo del hombre”, emprendió unos proyectos y, junto con su esposa, decidieron fundar la academia.
“Lo primero que digo es que cuando se quiere adquirir un perro tenemos que adaptarnos a la raza que podemos tener”, señala Rodríguez, que es claro y directo en el asunto del abandono. “No es lo mismo tener un chiguagua que un pastor alemán”, ahonda. Pero esto no lo es todo, según el director, porque otra de las claves es el adiestramiento del can. “Es fundamental una educación social ante cualquier tipo de perro”, sentenció Rodríguez. Aclara que con estas bases, sea cual sea la raza, una mascota entrenada se relacionará con el entorno social “sin ningún problema”.
naturaleza. La escuela también profesionaliza y especializa a algunos de los canes que pasan por sus instalaciones. “Aparte del trabajo en grupo tenemos entreno específicos, deportivos y operativos”, manifiesta Rodríguez. En el marco de esos trabajos, hay varias disciplinas, pero llegados a este apunto, aclara el instructor, hay que empezar a distinguir entre una “mascota” y un “compañero de trabajo”. La academia cuenta con una residencia abierta todo el año para que quien lo desee deje a su mascota y se pueda ir tranquilo de la ciudad. “Disponemos de espacio para 65 perros”, aclara. Esto no va de la mano con las clases que allí se dan, sino que en esta parte de la academia, “todo se le hace positivo” al perro. La mascota que se aloje tendrá su habitación individual, puede salir todos los días a jugar y a disfrutar de las instalaciones de Andican. Una vez que el can abandona la residencia, los cuidadores comentan a los dueños la valoración sobre su estancia.