ANA MARÍA SOTO RUIZ. "La pérdida de audición disminuye la calidad de vida"
CONCHI SÁNCHEZ
El interés por el mundo de la Audiología se convirtió en mi gran pasión y mi modo de ganarme la vida”. Estas palabras de Ana dan idea de su inquietud por saber y aprender y la energía y el optimismo para hacer frente a los problemas que se le plantean. Nacida en Villacarrillo, recuerda una infancia feliz junto a sus padres y hermanos; su curiosidad por lo desconocido y su gran afición, la lectura.
El interés por el mundo de la Audiología se convirtió en mi gran pasión y mi modo de ganarme la vida”. Estas palabras de Ana dan idea de su inquietud por saber y aprender y la energía y el optimismo para hacer frente a los problemas que se le plantean. Nacida en Villacarrillo, recuerda una infancia feliz junto a sus padres y hermanos; su curiosidad por lo desconocido y su gran afición, la lectura.
—Para dirigir un gabinete audioprotésico, ¿qué titulación se requiere?
—Primero, me gustaría recalcar que un gabinete audioprotésico está considerado por sanidad como un centro sanitario. Los audífonos son productos sanitarios y el profesional que los adapta también es personal sanitario. Dicho esto, la titulación que se exige actualmente para dirigir un gabinete es la de Técnico Superior en Audioprótesis, que, por cierto, a partir de este año, pasará a llamarse Técnico Superior en Audiología Protésica.
—¿Cómo se plantea estudiar esta especialidad?
—Entré en el mundo de la audiología un poco por casualidad, pero, al descubrir que al hacer una adaptación bien hecha el paciente recuperaba no solamente parte de su audición, sino la alegría de poder volver a comunicarse con su familia, con los amigos, poder participar en las conversaciones y subir la autoestima, fue decisivo para estudiar audioprótesis.
—La tarea fundamental de un técnico audioprotésico, ¿en qué consiste?
—El audioprotesista es el único profesional sanitario autorizado oficialmente para adaptar audífonos y hay una serie de actuaciones que prácticamente son imprescindibles para un resultado final correcto. Empezamos valorando al paciente con una anamnesis que nos proporciona una idea inicial de la pérdida que pueda padecer el usuario y nos orienta sobre la predisposición a la aceptación de la prótesis. Después, pasamos a la otoscopia y, si no existe problema en el conducto, realizamos una impedanciometría, imprescindible sobre todo en los niños. Seguimos con las pruebas habituales de audiología (audiometría tonal, logoaudiometría y pruebas en oído real, entre otras). De la tolerancia y rigor aplicado en todas y cada una de estas pruebas dependerán los resultados que obtendremos en la selección de las prótesis.
—¿Cómo se establece la rehabilitación auditiva?
—La rehabilitación auditiva tiene que adaptarse a las necesidades de cada persona. Por ese motivo, el audioprotesista elabora un estudio completo del paciente y realiza las pruebas auditivas pertinentes para valorar cuáles son las necesidades especificas y el audífono más conveniente para cada persona. No obstante, la adaptación auditiva debe ser controlada periódicamente.
—¿Qué repercusiones tiene la sordera en la evolución de una persona?
—La pérdida auditiva puede tener importantes repercusiones en la relación con el entorno de la persona afectada, aparte de los estereotipos sociales que existen al respecto y que, a menudo, dan una imagen falsa. Debemos tener en cuenta muchos factores, como la individualidad de cada persona, el grado de pérdida auditiva y la evolución de esa pérdida. Pero, fundamentalmente, la disminución de la audición se asocia con un deterioro en la calidad de vida. Es frecuente encontrar personas mayores con problemas de audición y sin audífonos una marcada tendencia a aislarse social y familiarmente, dejando de participar en conversaciones o abandonando el uso del teléfono, cosas que hacían cuando podían comunicarse sin problemas.
—En los diferentes tipos de sorderas, ¿cuál es la causa principal que la origina en los niños?
—Son muchas las causas por las que un niño puede nacer sordo. Aparte de los factores hereditarios, durante el embarazo algunas complicaciones pueden generar algún tipo de perdida auditiva. En el parto, el sufrimiento fetal o la prematuridad son factores de riesgo, también los partos difíciles. Y, después del nacimiento, patologías como otitis, paperas, sarampión o meningitis pueden dañar el oído, sin olvidarnos de algunos medicamentos ototóxicos. Si bien no es posible encontrar la causa precisa de algunos tipos de pérdida auditiva, es importante hablarlo con el médico. Conocer la causa puede, muchas veces, dar un pronóstico acerca de la evolución de la pérdida.
— ¿Y en los adultos?
—Una de las principales causas de hipoacusia adquirida en adultos es la presbiacusia, que afecta a personas mayores de 60 años; las células que captan las vibraciones sonoras se lesionan. Hay otros factores que pueden tener efectos acumulativos sobre la presbiacusia, como haber estado expuesto a ruidos, medicamentos que puedan perjudicar el oído, o factores hereditarios. Como su desarrollo es progresivo, muchas personas mayores no son conscientes de que su audición esta disminuyendo y deteriorándose. A menudo creen que las personas de su entorno no les hablan claro, y, en general, entienden mal las conversaciones, especialmente en reuniones familiares o ambientes ruidosos.
—La familia es la primera que detecta el problema auditivo del niño. ¿Qué tratamiento inmediato se debe aplicar?
—En especial, las madres son las primeras en detectar que algo pasa con su hijo, por lo que debemos prestar mucha atención a las observaciones de los padres. Es importante resaltar que, en los últimos años, se han implantado programas de screening en todos los hospitales públicos, que han hecho que los especialistas podamos afrontar adaptaciones audioprotésicas desde edades muy tempranas. El O. R. L. es el responsable del diagnóstico de la hipoacusia y de la propuesta del tratamiento más adecuado. El audioprotesista es el profesional indicado para la evaluación, selección y ajuste de todas las formas de amplificación en niños, incluyendo audífonos, sistemas de FM y otros dispositivos.
—Una vez que el niño sordo acude a la escuela, ¿qué especialistas trabajan con él?
—Una vez que el niño está escoralizado, el equipo de orientación educativa debe valorar todas sus necesidades. Desde su adaptación audioprotésica, son los logopedas y profesores especializados los que intervienen con el niño y deberán aportar documentación e informes sobre el nivel de desarrollo de las habilidades auditivas del niño y su evolución.
—¿Qué avances técnicos han influido más en las prótesis auditivas?
—Avances en los últimos años ha habido muchos y muy importantes, pero no debemos olvidar que cuando pretendemos corregir una perdida auditiva nos enfrentamos a un sistema auditivo dañado y no conocemos exactamente el sistema de descodificación que realiza nuestro cerebro, entre otras cosas, porque cada persona tiene dañada una parte diferente del oído. Durante los últimos 20 años, se ha logrado resolver importantes incógnitas acerca de la fisiología del sistema auditivo, que se han materializado en sistemas de proceso de señal muy complejos en el reducido espacio que requiere un audífono, esto es la teconología digital, que ha abierto las puertas a un sinfín de posibilidades. Otro de los mayores logros ha sido el tamaño gracias a la miniaturización de los componentes eléctricos.