Amnistía acusa a las fuerzas del CNT de detenciones arbitrarias y malos tratos

Amnistía Internacional (AI) ha reclamado a las nuevas autoridades  libias que pongan fin, 'de raíz', a las detenciones arbitrarias y a  los generalizados a los prisioneros, como palizas, malos tratos e  incluso torturas. En un documento publicado ayer miércoles por la noche, AI pone al  descubierto la práctica recurrente de palizas y malos tratos contra  presuntos seguidores,

    13 oct 2011 / 10:33 H.

    soldados y mercenarios del derrocado líder  Muamar Gadafi capturados en el oeste de Libia. En algunos casos,  según la organización, existen indicios claros del uso de tortura  para obtener confesiones o como medida de castigo.
    "Sin una acción contundente e inmediata, existe el peligro real de  que algunas prácticas habituales del pasado se reproduzcan",  manifestó la directora adjunta del Programa de Amnistía Internacional  para Oriente Medio y Norte de Africa, Hassiba Hadj Sahraoui. "La  detención arbitraria y la tortura eran sellos distintivos del régimen  del coronel Gadafi", recordó.
    "Somos conscientes de que el gobierno de transición se enfrenta a  numerosos problemas, pero si no establece ahora una ruptura clara con  el pasado, el mensaje que estará emitiendo en la práctica es que en  la nueva Libia se tolera ese trato a los detenidos", advirtió.
    Desde finales de agosto, según el informe, las milicias armadas  han detenido y puesto bajo custodia a no menos de 2.500 personas en  Trípoli y Zawiya. Según AI, en casi todos los casos se había detenido  a la persona sin una orden judicial, y en la mayoría sin la  intervención de la Fiscalía General. Los detenidos fueron recluidos  bajo la custodia de las autoridades locales -civiles o militares- o  de las milicias armadas, fuera de la supervisión del Ministerio de  Justicia.
    Entre agosto y septiembre, Amnistía Internacional entrevistó a  unos 300 reclusos. "A ninguno le habían mostrado una orden de  detención y muchos de ellos en realidad habían sido secuestrados de  su casa por captores no identificados que llevaban a cabo registros  en busca de presuntos combatientes o seguidores de Gadafi", indicó AI  a partir de estos tesimonios.
    Aparte, al menos dos guardias de distintos centros de detención  reconocieron a Amnistía Internacional que habían golpeado a detenidos  para tardar menos en obtener su "confesión", prosiguió. Al parecer,  según la organización, las palizas y torturas a prisioneros se  infligen sobre todo al principio de la detención, a modo de  "bienvenida".
    Los delegados de AI encontraron en el suelo de un centro de  detención un palo, cuerda y una manguera de goma que, por sus  características, podía servir para golpear a los detenidos, también  en las plantas de los pies (técnica de tortura denominada 'falaqa').  Asimismo, en un centro oyeron gritos y el sonido de latigazos  procedentes en una celda cercana. 
    El informe indica también que todas las actuaciones judiciales  están suspendidas en el oeste de Libia desde que el Consejo tomó el  control de la zona. Asismismo, continúan paralizadas en el este del  país, que se encuentra en poder del CNT desde febrero.
    Aparte, destaca el informe, entre un tercio y la mitad de los  detenidos eran africanos subsaharianos sospechosos de ser  mercenarios. Algunos fueron liberados después de que no se  encontraran pruebas que los vinculasen a los combates.