Amiguismos

Encarni Ruiz Espinosa. Desde Jaén. Cuando te pasan ciertas cosas, al principio todo lo ves claro, necesitas gritar y que te escuche la gente. Crees que tienes razón en todo lo que expones, y que no hay nada que pueda quitarte la misma. Pasan los días y empiezas a ver las cosas de otra forma, sabes que sigues teniendo razón, pero intuyes que las cosas no se solucionan de la manera que tú quieres. Hoy en día somos muchos los que nos encontramos en paro, has estudiado, has trabajado y te has seguido formando para que tus oportunidades vayan creciendo, pero la realidad que te encuentras es otra.

    14 ene 2013 / 11:25 H.

    En esta época somos muchos los que con formación o sin ella estamos a la espera de nuevas oportunidades que te permitan seguir desarrollándote, por este motivo cualquier oferta venga de donde venga es como una nueva puerta que se abre para conseguir alcanzar tus metas. En este caso, la oferta proviene de una administración pública, lo que hace que consideres que la oportunidad y los medios que emplees para lograrlo merecen la pena, ya sé que ahora mismo no es una gran oportunidad el trabajar en lo público, pero, consideras que partes en igualdad de condiciones con el resto de seleccionados, y eso es un motivo más de esperanza. En una empresa privada, aunque influya la capacidad del solicitante, la elección siempre está sujeta a la subjetividad del que selecciona; en la administración pública, son unos méritos los que te hacen valedor de la plaza en disputa, pero en este caso no ha sido lo determinante, fue una entrevista personal lo que ha resuelto el proceso. Es por esto, por la infantil creencia de que son los méritos los que te llevan a lograr lo que te has propuesto, lo que hace que me sienta injustamente tratada. No se puede demostrar nada, no se puede invalidar el proceso, todo ha sido público, sujeto a ciertas licencias que siempre otorga la legislación, pero todo el proceso se ha llevado a cabo dentro de la legalidad. Este es el motivo por el que considero que mi derecho a gritar, a proclamar a los cuatro vientos ciertas relaciones y ciertos “amiguismos” de la persona que, finalmente se ha quedado en el puesto, se va a quedar callado, no se va a saber. ¿Y saben?, la vida continúa para todos, para el que durante un periodo de tiempo más o menos largo se va a sentir más seguro, para mí, que por ahora mi única salida a mis casi 40 años es continuar formándome, para que mis posibilidades aumenten, para que la experiencia que he adquirido desde que dejé la Universidad no se quede reflejada en una vida laboral cortada, y sobre todo, para que vuelva a sentir que lo que puedo ofrecer y lo que sé hacer, van a seguir siendo útiles.