Altos matorrales inoportunos

Como los éxitos de nuestra provincia rara vez son reconocidos, más allá de nuestras propias tierras, para una vez que trascienden, creo que es justo recrearnos, incluso en exceso, en la victoria obtenida. En concreto, me estoy refiriendo a la que es considerada como la mejor Expoliva de todas, y que finalizó la pasada semana.

    14 may 2013 / 17:02 H.

    Los expertos reconocen que se han tenido que enfrentar al peor panorama de la historia, sin embargo, el duro trabajo y el coraje puesto en la tarea perseguida han sido tales que las expectativas creadas han sido superadas con creces. Propongo que nos regodeemos en el triunfo conseguido, sin que nos cohíba la modestia de nuestro carácter. En un momento tan complicado para el sector, para nuestra región y para nuestras gentes, ensalzar nuestros méritos es una terapia conveniente y necesaria para animarnos a seguir creyendo que nuestros genes valen mucho más de lo que se nos ha dicho. A todo esto, a la ciudad se le ha engalanado con ciertos retoques de coquetería, muy necesarios y adecuados, como los habidos en la entrada a Jaén por la carretera de Córdoba. Sin embargo, lamento no poder decir lo mismo de otras zonas, ya que el acerado público de las inmediaciones del Hotel Infanta Cristina, donde se encontraban alojados muchos de los visitantes a la Feria del Aceite de Oliva, estaba invadido por los enormes matorrales que han fructiferado durante la primavera, y que tanto afean el entorno, causando una desagradable e inoportuna sensación de abandono de la ciudad.

    Abogada
    Manuela Ruiz