Alta tensión en El Cerro

Linares ha vivido pendiente de un suceso que mantuvo en guardia a los vecinos de la barriada de El Cerro desde el sábado hasta poco después del mediodía del jueves. Fue a las cinco de la tarde de ayer cuando se retiró el dispositivo policial montado durante unas setenta y dos horas en la zona. Fue posible gracias al acuerdo alcanzado, en la Comisaría de Linares, entre el jefe de la Policía Nacional y los familiares de un vecino de la barriada sobre el que pesaba una orden de ingreso en prisión.

15 may 2014 / 22:00 H.


Según explican, el auto judicial no especifica el motivo por el que se pide esta medida. El hecho salió a la luz porque fue denunciado por su expareja —embarazada y con cuatro hijos— como presunto autor de un delito de malos tratos cometido el sábado. Se trata, especifican, de una cuestión diferente. Hacen hincapié en que esta persona debía de contar con denuncias previas por parte la que fuera su mujer, puesto que sobre él pesaba también una orden de alejamiento hacia su expareja.


De esta forma, según fuentes policiales, fue al introducir los datos de esta persona en el sistema informático cuando constataron que sobre él pesaba una orden de ingreso en prisión, dictada por un órgano judicial. Según precisó la Policía Nacional, se comunicará al juzgado correspondiente la detención del hombre una vez que se produzca. Pero el motivo por el que se “selló o acordonó” mediante el dispositivo policial la barriada de El Cerro durante este tiempo, más que por lo que es el arresto en sí, fue el de ofrecer seguridad a las personas que residen en él. Y es que, según indican, las familias del denunciado y de su expareja —que pertenecen a dos clanes de etnia gitana— se habían jurado venganza una vez ocurridos los hechos del pasado sábado, según fuentes policiales. Por eso, intentaron garantizar la tranquilidad en la zona, por lo que centraron los esfuerzos en controlar la zona con un amplio dispositivo policial. De hecho explican desde el cuerpo de seguridad, recibieron la llamada de algunos vecinos en la que alertaban sobre el disparo de armas de fuego. Este hecho sin embargo, se constató que no había sucedido, aunque bien es cierto que generó la consiguiente alarma social entre las personas residentes en la zona.


Por este motivo, se desplazaron hasta el lugar unidades de Seguridad Ciudadana y agentes de la Policía Judicial, que contaron con el apoyo, como ya ha ocurrido en otros dispositivos, de la Policía Local. Ahora, tras unos días de nerviosismo y con la retirada del dispositivo policial, las personas que viven en la barriada del Cerro regresan a su rutina y actividad diaria, aunque sin olvidar un suceso que, sin duda, ha estado en boca de los vecinos durante este tiempo. Además, según ha podido saber este periódico, la mujer y su familia decidieron, ayer mismo, marcharse de Linares para garantizar su seguridad.