Aliento para los soldados de paz en el Día de las Fuerzas Armadas

Es tradicional que, cada 8 de diciembre, los militares españoles celebren la fiesta nacional de La Inmaculada. Para ellos, suele ser una jornada de convivencia y un tiempo para reconocer los méritos de aquellos que han destacado por su trayectoria profesional. Así, después de una misa en la parroquia de Cristo Rey, los miembros de las fuerzas Armadas se desplazaron a la Subdelegación del Gobierno para celebrar el acto institucional.
En esta ocasión, el subdelegado de Defensa, el coronel Ángel Sanz, aprovechó su discurso para resaltar la labor de los soldados españoles en las misiones de paz en el extranjero: “Han realizado sesenta en estos años y todas con éxito. Se puede decir que han estado a la altura y yo me siento orgulloso”, dijo. El subdelegado, cuyo mandato acaba de ser renovado por otros tres años, resaltó que esos militares son “dignos herederos de la tradición del Ejército español”. “Nuestro uniforme y nuestra bandera se marcharán algún día de los países en los que hoy desempeñan su labor humanitaria. Los soldados de paz se llevarán el aprecio de las gentes y siempre quedarán en el recuerdo”, añadió.
Tras el tradicional recuerdo a los caídos, Ángel Sanz terminó su discurso al grito de “¡Viva España!”, secundado por los numerosos militares que se dieron cita en el acto. Ya en la recepción oficial, el coronel hizo un brindis “por el primer soldado de España”, Su Majestad el Rey.
Actualmente, unos mil soldados de la provincia forman parte de las Fuerzas Armadas. De ellos, 850 pertenecen al Ejército y unos 100 están alistados a la Armada. Además, casi cien personas prestan sus servicios de Defensa en la provincia. Nueve de ellos están destinados en la Subdelegación. El resto trabaja en el polvorín de Vadollano, en Linares.